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Inflación en ascenso: privados estiman 4% mensual para últimos meses de 2020

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14 septiembre de 2020

El miércoles, el Indec informará el IPC de agosto y, según estiman privados, será uno de los más altos del 2020. Aun si no se supera el 3,3% de marzo, el número de agosto, que rondaría 3%, sería el más alto desde que arrancó la cuarentena y no será un salto solitario sino la señal de largada de un proceso de aceleración inflacionaria.

El último REM del BCRA anticipa 3,3% para septiembre; 3,7% para octubre; 3,8% para noviembre y 4,2% para diciembre. El 2021 no arrancaría más tranquilo: 4,1% en enero y 3,8% en febrero. Más allá de los decimales, la tendencia es clara: la inflación se va a acelerar. Para los próximos 12 meses, el REM estima 51,2% y 47,1% para 2021. El 2020 cerraría en 37,8%, una baja considerable contra el 53,8% de 2019, peros cuya explicación serán los “bajos” guarismos del primer semestre: 1,5% en abril y mayo, 2,2% en junio y 1,9% en julio. Números bajos que responden a factores puntuales que no tienen que ver con un plan antiinflacionario, que sigue brillando por su ausencia.

Más allá de la dinámica “positiva” del nivel general de abril-julio, sostiene un informe de Ecolatina difundido ayer, coexisten fuertes heterogeneidades hacia el interior del proceso inflacionario. El informe analiza de manera desagregada el IPC. Además de las categorías clásicas (regulados, núcleo y estacionales), Ecolatina subdivide la “core” entre IPC Núcleo Controlado e IPC Núcleo Libre.

El IPC Regulados comprende alrededor de un quinto del IPC total y abarca a los bienes y servicios que el Gobierno controla casi de manera directa o que poseen un elevado componente impositivo. En ese grupo aparecen las tarifas de servicios públicos, los combustibles y los cigarrillos, entre otros. Entre enero y agosto, esa categoría subió 8% (aportando dos puntos al nivel general), mientras que el IPC GBA Ecolatina trepó 19%. “Aparece entonces la primera luz amarilla de sostenibilidad: solo en 2020, el atraso acumulado habría sido cercano a 10 puntos”, dice el informe.

El segundo subgrupo que menos subió fue el IPC Core Controlado, compuesto por bienes de consumo masivo, como alimentos y bebidas, productos de limpieza o cuidado personal, que fueron afectados por los planes de Precios Máximos y Precios Cuidados. “Este conjunto, que representa un quinto del IPC, avanzó solo 15% entre enero y agosto. No obstante, esta suba se explica por un salto de 8,4% en el primer trimestre por pandémico y de menos de 6% entre abril y agosto (concentrada en los últimos dos meses, cuando acumuló un alza de casi 5%, producto de las autorizaciones de la Secretaría de Comercio)”, dice Ecolatina. “Ahora bien, lo que fue alivio durante la cuarentena podría ser un problema para la pospandemia: los precios de estos bienes, esenciales para cualquier canasta de consumo, quedaron muy rezagados frente a los demás. En consecuencia, y algo de eso ya se empezó a vislumbrar con el descongelamiento de Precios Máximos en los últimos dos meses, sumarían presiones en el corto plazo. Sin el programa de Precios Máximos, el avance del IPC Core Controlado habría rondado el 20%, sumando casi 1,5 punto a la inflación general acumulada en los primeros 8 meses del año. Por lo tanto, cuando ese programa se flexibilice, correspondería esperar una aceleración en estos precios, que obviamente impactará de lleno en el nivel general”, dice el reporte, intitulado “Muchas regulaciones, muchas inflaciones: muchas presiones latentes”.

Por su parte, el IPC Core Libre acumuló un alza de 26% en los primeros ocho meses de 2020, repartido de manera bastante similar a lo largo del año (3% promedio en el primer trimestre y 2,9% entre abril y agosto). Este grupo explica la mitad del nivel general de precios y está compuesto por los precios de bienes y servicios sin regulaciones, componente estacional y/o Precios Máximos o Cuidados”, señala Ecolatina y advierte por dos rubros en particular: equipamiento del hogar y equipos electrónicos, que se han acelerado en los últimos tres meses. “Desde que el BCRA publicó la Comunicación A7030, que obliga a algunas empresas de ramas 'no esenciales' a importar con dólares propios, los precios de estos dos capítulos avanzaron 16,7% y 14%, entre junio y agosto, acumulado una suba de 40,2% y 38% en los primeros ocho meses de 2020”. En un sentido similar, resalta la dinámica de alquileres: acumulan una suba de 30,6% en el año, explicada por un salto de 18,1% en los últimos tres meses, casualmente (o no), luego de que se sancionara la ley que rige y limita sus actualizaciones futuras. Así, “el IPC Core Libre contiene importantes disparidades en su interior”.

En último lugar, aparece el IPC Estacionales, que explica casi el 10% restante del IPC. En ese caso, la suba también alcanzó el 26% en el acumulado enero-agosto pero, por su heterogeneidad y, como su nombre lo indica, estacionalidad, es poco lo que hay para decir y analizar.

“De cara a los próximos meses, la situación empieza a complejizarse. A pesar de que el Gobierno congeló las tarifas de televisión por cable e Internet hasta fin de año, y que no habría aumentos en los servicios públicos, aun cuando los subsidios económicos se hayan duplicado en relación con 2019 (superan 1,5% del PIB en el acumulado enero-agosto 2020), las tensiones inflacionarias reaparecerían. Esa dinámica obedecería en parte a algunas actualizaciones salariales y revisión de Precios Máximos, y en mayor medida a las presiones cambiarias que posiblemente se terminen trasladando al nivel de precios. En este marco, proyectamos que la inflación se aceleraría hacia fines de año y cerraría el 2020 apenas por debajo del 39%, promediando 4% mensual en el último cuatrimestre”, dice el reporte.

El cambio de año calendario no romperá la dinámica. “Para peor, vale remarcar que, aún con esta aceleración, muchas correcciones de precios relativos quedarán pendientes para 2021: a las mencionadas tarifas de servicios públicos y privados, se sumarían algunas actualizaciones salariales, nuevas flexibilizaciones de Precios Máximos y, posiblemente, más presiones sobre el tipo de cambio. Por lo tanto, la aceleración inflacionaria no sería solo cuestión de fines de este año: también persistiría una vez entrado el año electoral”, concluyen.

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