Rara vez los funcionarios de seguridad nacional, gobernadores, directores ejecutivos de tecnología y activistas estuvieron de acuerdo de manera tan amplia y ferviente sobre la posibilidad de disturbios civiles históricos en Estados Unidos.
Los ingredientes son claros para que todos los vean: luchas épicas por el racismo, el aborto, las elecciones, el virus y la policía, provocadas por la desinformación y los llamados a la acción en las redes sociales, en un momento de estrés por la pandemia.
Uno de los epicentros, Portland, en Oregón, que ya sufre incendios y protestas, se prepara para un enfrentamiento entre activistas de derecha e izquierda, con "grupos de extrema derecha de todo el país que traen armas, banderas, chalecos antibalas", informa el NY Times.
El presidente Donald Trump fue abucheado mientras presentaba sus respetos a la jueza Ruth Bader Ginsburg en los escalones del Tribunal Supremo.
Por tercera noche consecutiva, un renovado movimiento de justicia racial tomó las calles de todo el país para protestar por la falta de cargos contra la policía por la muerte de Breonna Taylor en Louisville.
CNN mostró manifestaciones desde Los Ángeles hasta Sacramento, desde Filadelfia hasta Boston.
Ante este caótico panorama, todos, desde Facebook hasta YouTube y el ejército de EE.UU., están tomando precauciones para evitar que los disturbios civiles tengan lugar antes de las elecciones.
