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Rebote de la actividad industrial es efímero, según Analytica

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19 agosto de 2020

Esta semana, la Unión Industrial Argentina (UIA), en base a un sondeo, estimó que la actividad industrial siguió mostrando signos de recuperación durante julio, en línea con la flexibilización de la cuarentena y la reapertura de algunas actividades (aunque más de la mitad del sector prevén que seguirán operando con “fuertes caídas” durante 2020). El mayor desplome de la actividad del sector se dio en abril, primer mes completo en cuarentena, y a partir de ahí ha venido recuperándose mes a mes.

En ese sentido, las estimaciones privadas indican que durante el mes en curso la recuperación del sector sigue avanzando. Así lo indicó ayer la consultora Analytica, que indicó que durante la primera quincena de agosto el consumo de energía de la industria (en base a los datos de Cammesa) mostró un aumento 5% respecto del mismo periodo del mes pasado.

Sin embargo, la consultora señaló que a pesar del avance que se está observando en la recuperación, la industria aún opera con niveles inferiores a los habituales previos a la cuarentena. Además, advirtió que dicho rebote “se sostiene principalmente por efectos transitorios”. “Recién cuando el salario real y la inversión muestren signos de recuperación podremos ir hacia un sendero de crecimiento sostenido”, afirmó.

En su informe, la consultora indicó que como resultado de la actual crisis disminuyeron los inventarios en numerosos sectores industriales y la producción cayó más que la demanda. “En consecuencia, el nivel de actividad industrial tiende a sobrerreaccionar para recomponer los niveles perdidos y, en algunos casos, dada la alta incertidumbre llevarlos a una instancia superior”, explicó.

Un claro ejemplo, siguiendo el análisis, es la industria automotriz. En julio, la producción de autos alcanzó las 21.000 unidades, casi el mismo valor que un año atrás (una baja interanual fue de apenas 1,5%), y apenas por debajo de los niveles previos a la cuarentena. Según Analytica, el rebote en el nivel de producción se explica por la diferencia de inventarios y no por un aumento de la demanda.

En tanto, los patentamientos de autos presentaron en julio una caída interanual de 39%, lo que evidencia que la caída del consumo también se trasladó a las automotrices. Este año se vendieron 27% y 40% menos al mercado interno y externo, respectivamente. “Así las cosas, el rebote en la producción de autos se explica por la recomposición de inventarios. De las 6.000 unidades de inventarios que perdió entre abril y mayo, en los últimos dos meses repuso la tercera parte”, remarcó.

Según su proyección, en los próximos meses la industria automotriz tenderá a alcanzar el stock de equilibrio. A partir de entonces, estima que es probable que su producción se ubique en un nivel inferior al de 2019, proporcional a la caída en la demanda. “La recuperación de inventarios es necesaria para responder a la demanda que aún persiste; la caída en los patentamientos de julio respecto a junio (-18%) se explica en parte porque las concesionarias no disponían de unidades para entregar”, señaló.

A este efecto de recomposición de stocks desde la oferta se suma otro factor relevante desde la demanda. En un contexto de inflación y con cepo cambiario, las familias y las empresas buscan a través de la compra de bienes durables e insumos resguardar el poder adquisitivo de sus excedentes en pesos. En el caso de las familias, el desempeño del sector automotriz es un buen ejemplo para ilustrar esto; en el caso de las empresas, se está evidenciando en la compra anticipada de insumos para la construcción, que es una de las actividades que lidera la recuperación de la industria.

“Al igual que la acumulación de inventarios, el impulso de la demanda por medio de este tipo de consumo precautorio es transitorio. Si la economía no sale de la recesión, la liquidez a nivel agregado caerá. A su vez, la compra de insumos y de bienes durables tiene límites físicos evidentes”, resaltó Analytica, al tiempo que recordó además que la producción de bienes representa apenas el 40% del PBI. En el resto, los servicios, afirmó que las consideraciones de una demanda futura débil se mantienen en tanto no se recuperen los ingresos reales y permanezcan las restricciones a una operación normalizada de esas actividades en lo que resta del año.

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