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¿Qué pasó con la venta de frutas y hortalizas durante la pandemia?

Carlos-verduras
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31 agosto de 2020

Por Mariano Winograd Fruverdata

En Argentina, el 85% de las frutas y verduras (fruver) se comercializan mediante el canal minorista especializado. A diferencia del  norte desarrollado y de la mayor parte de América Latina y Caribe, la gran distribución no logró imponerse a aquel, a pesar de haber irrumpido con estrépito en los '90. Las causas son motivo de discusión política, e incluyen razones inflacionarias, impositivas, sindicales y laborales.

En China, por otra parte, la venta electrónica combinada con última milla a cargo del pequeño comercio ha emergido como canal ganador durante la pasada década y propone nuevos desafíos para todo el comercio mundial.

Desde el inicio de la cuarentena, el comercio fruver no se detuvo, e incluso creció en medio del parate generalizado. Por eso, consideramos pertinente realizar una encuesta sobre distribución y consumo que contemplara el punto de vista del profesional involucrado.

Contábamos con el antecedente de una encuesta de INTA realizada a consumidores finales, que había detectado preocupaciones y temores, así como incrementos de casi 10% en el consumo domiciliario de frutas como de hortalizas, durante el periodo de ASPO

La encuesta de Fruverdata fue realizada por medios electrónicos y consiguió respuesta por parte de una centena de productores, mayoristas y minoristas dedicados al abastecimiento alimentario urbano.

Quienes respondieron haber vendido más o al menos lo mismo que en 2019 triplica a la de los que vendieron menos, evidenciando la hipótesis inicial de que pandemia y cuarentena no afectaron sino incluso beneficiaron al rubro comercial fruver.

Atribuimos el predominio de la papa entre los productos con mayor incremento de consumo hogareño a la sustitución de su relevancia prepandemia en el canal HORECA (hostelería, restauración y catering), uno de los más golpeados por la restricción cuarentenaria.

La papa, así como los cítricos, constituyen productos aptos para el acopio hogareño por su menor perecibilidad, por lo que articularon bien con el delivery y mayor espaciamiento de la frecuencia de compra.

Finalmente, preguntados sobre la potencial situación en la pospandemia, la mitad de los encuestados dicen que se mantendrá el perfil de consumo en la crisis, mientras que 33% supone que se volverá a la situación precrisis y el resto apuesta por distintas situaciones intermedias.

El Covid-19 está cambiando el comportamiento del consumidor en todo el mundo y probablemente seguirá teniendo una influencia incluso cuando la pandemia ceda.

En Argentina, la forma habitual de compra de alimentos se vio afectada en el 83,53% de los hogares durante el aislamiento, como consecuencia de diversos factores.

Los nuevos comportamientos con presunto impacto en la pospandemia podrían incluir ahorrar y buscar precios (en función de la crisis económica); apoyar a los negocios de proximidad; pasar más tiempo con la familia y preparar comidas caseras versus comer afuera + delivery.

Además, dada la actual crisis de salud, muchos consumidores tenderán seguramente a lograr un estilo de vida con aspiración de hacer ejercicio regularmente y comer más sano.

Estas tendencias perfilarán seguramente el futuro cercano del mercado de alimentos en general y de los productos fruver, en particular.

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