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El primer paso de un largo camino

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Federico Pablo Vacalebre 07 agosto de 2020

La gran noticia de la primera semana del mes fue que el Gobierno habría cerrado un acuerdo con los bonistas privados en dólares (legislación extranjera), logrando un histórico acuerdo sobre U$S 65.000 millones de deuda. Pero esto marca el primer round de una larga pelea por librar ya que el canje de deuda es condición necesaria, aunque no suficiente, para superar la crisis económica. Lo que le dará sustentabilidad y robustez a este acuerdo y a futuros acuerdos que puedan producirse (dado el complicado historial de Argentina en la ruptura de contratos), es un plan económico razonable donde los aspectos fiscales y monetarios guarden cierta colinealidad. Sólo así, cuestiones de fondo podrán solucionarse.

Con la clara intención de llegar a un acuerdo con los grandes fondos de inversión liderados por BlackRock y con un mercado que preveía esta situación (alza en las acciones argentinas en Wall Street y en los bonos soberanos en dólares y caída del riesgo país), la última propuesta presentada fue de U$S 53,5 por lámina de 100 dólares nominales de bonos. Mientras que el eventual acuerdo final, según fuentes oficiales, se ubicaría en un VPN de U$S 54,8.

¿Qué cambió en el camino? Arrancamos con una propuesta inicial de U$S 39 (cada 100 bonos) que, si bien dista bastante de la posición final, cabe señalar que el cupón de renta pasó de 7% anual a 3,4% anual. Un interés promedio similar al costo de los países emergentes con mejores calificaciones que permite ahorrarnos cerca de U$S 30.000 millones en los próximos 27 años. También en el camino, entre las distintas ofertas que realizó el Gobierno, cambiaron fechas de pago, adelantamientos de vencimientos de bonos y la limitación a la estrategia PacMan.

¿Qué resultaría esperable en el corto plazo?. Un alivio en el mercado de cambios (al evitar un salto y menos presión sobre el oficial) como así también sobre el riesgo país, con la eventual posibilidad de financiamiento para las empresas que tienen obligaciones de deuda que oscilan los U$S 16.000 millones.

¿Qué es lo que se viene? Una nueva negociación. En este caso, con el Fondo Monetario y por U$S 44.000 millones. Con un país que va a una contracción de su economía aproximada del 16%, sería de gran utilidad la elaboración de un programa conjunto (que ya se suma a los más de 20 acuerdos que el país tiene con el FMI desde 1958) para lograr el consenso de todo el arco político y aprovechando las buenas relaciones que el actual Presidente posee con la titular del organismo, Kristalina Georgieva. El papel del FMI hoy, en este nuevo mundo, será diferente. Seguramente, tratarán de buscar y de ver en Argentina una situación fiscal controlada y sostenible pero, por otra parte, tendrán una mirada un poco más empática y benevolente que en otros tiempos dado el efecto del Covid-19 a nivel mundial.

¿Qué habría pasado o que pasaría con un default? El sector productivo que conservaba algún tipo de acceso al crédito (poco dado el contexto de potencial cesación de pagos) lo hubiera perdido. Pero, cerrada la reestructuración de la deuda, y en un contexto donde los bancos centrales del mundo están inyectando grandes cantidades de dinero, recuperarían e incrementarían ese acceso. Existe la posibilidad que el actual Gobierno consiga financiamiento voluntario en un mercado mundial muy líquido. No obstante, los mayores recursos casi siempre llegan de los organismos internacionales.

Esto solo nos permite cerrar este capítulo de la deuda. ¿Qué hay que comprender? Que estamos lejos de haber resuelto el problema de fondo y que el endeudamiento es la causa primera de tal problema. Recordemos que en 2001 tuvimos un default tristemente memorable para que, con posterioridad, en 2005 y 2010, hiciéramos una quita de entre 60% y 70% aproximadamente.

Sin dudas fue un primer gran y exitoso paso el acuerdo que se logró pero, para salir de una recesión y una crisis que ya lleva tres años (con un aumento de la pobreza y una inflación en el orden del 50%), se vuelve esencial tener un plan económico consistente para darle señales claras a los agentes económicos y para recomponer los fundamentals de nuestra macroeconomía. Argentina lidera los países que más dificultades tendrán para recuperarse de la pandemia, según un ranking de Bloomberg Economics sobre 75 mercados emergentes. Tendrá que ir hacia la sostenibilidad fiscal, en presencia de un contexto político e internacional inestable.

Las opiniones expresadas son personales y no necesariamente representan la opinión de la UCEMA.

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