A pesar de ser uno de los pocos rubros declarados como “esenciales” en el marco de la pandemia, el personal de la pesca del Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU) inició hoy un paro general en todo el estratégico sector, en rechazo de "una reducción salarial del 40%" y tras el fracaso de las negociaciones con las cámaras empresariales.
La organización sindical y las cámaras Capeca, Capip y CEPA no alcanzaron un acuerdo y los empresarios ratificaron las reducciones salariales del 40%, por lo que el gremio nacional decidió una huelga general en el sector de pesca.
“Los patrones optaron por la aplicación de medidas egoístas y no solidarias y ratificaron una baja en los valores de producción del langostino, la merluza y el calamar, lo que perjudica a los trabajadores", puntualizó el secretario general del sindicato nacional, Raúl Durdos.
Y agregó: "El SOMU no acepta ninguna reducción de los valores de producción y tampoco una quita del salario de los trabajadores marítimos. Tampoco la extorsión a la que las cámaras pretenden someterlos con la amenaza de que no saldrán los barcos si esos valores no bajan. Ello genera un lock out patronal".
Durdos señaló su "preocupación" ante "la insensibilidad de los Ministerios de Trabajo y de Desarrollo Productivo y de la Subsecretaría de Pesca, ya que siendo esencial la actividad y, en especial, sacrificada y peligrosa, el Estado no sugirió a la patronal que saque los buques", y enfatizó su "esperanza" de que la cartera laboral no dicte hoy "la conciliación obligatoria ante el inicio del conflicto".
El sindicalista también denunció que las cámaras procuran aprovecharse de "la crisis sanitaria para reducir los salarios y bajar convenios" y dijo que "el gremio no lo permitirá porque "las empresas vienen hoy por el langostino congelado, luego lo harán por el fresco, mañana por la merluza y, al final, por el calamar".
El SOMU integra a nivel nacional la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra) que conduce el marítimo Juan Carlos Schmid.
