Los líderes de la Unión Europea estaban por cerrar un acuerdo histórico luego de prolongadas negociaciones que comenzaron el viernes en un momento crítico por el impacto que produce la pandemia en las economías. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, elevó una propuesta que contemplaba las distintas posiciones que habían expresado los diferentes gobiernos para impulsar la recuperación de los niveles de actividad. Su iniciativa contempla 390.000 millones de euros en ayudas no reembolsables y 360.000 millones de euros en préstamos. Inicialmente los países que integran el grupo conocido como Frugales, liderado por Holanda, no querían que se destinen recursos a fondo perdido, pro terminar cediendo a cambio de que España e Italia acepten llevara adelante reformas que será monitoreadas por las autoridades europeas. Por otra parte, algunos de los puntos que se acuerden deberán ser ratificados por los parlamentos nacionales y el Parlamento Europeo.
El trasfondo de todo este debate es la distinta situación económica que tienen los países europeos. Entre los que tienen economías más grandes, los niveles de desempleo son muy diferentes y España e Italia tendrán este año, por ejemplo, caídas del PIB que duplicarán a la de Alemania. El debate entre los países más rigurosos con sus cuentas públicas y los que muestran desequilibrios mayores también está presente a la hora de discutir la política monetaria del Banco Central. Los primeros quieren que haya menos estímulos mientras que los segundos quieren que sean mayores para ayudar a la reactivación de la economía.
Según el diario El País, “el proyecto inicial de la Comisión Europea reservaba medio billón de euros para los subsidios y 250.000 millones para los préstamos. Pero la resistencia del autodenominado grupo de países frugales -Países Bajos, Suecia, Austria y Dinamarca- ha obligado a rebajar la ambición del plan en aras de lograr un consenso
