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Ahora sí: Guzmán habla el idioma del mercado, pero duros no respondieron aún

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Alejandro Radonjic 07 julio de 2020

Por Alejandro Radonjic

Argentina presentó su oferta “enmendada” ante la SEC de Estados Unidos. Una nueva oferta, muy endulzada comparada con la de abril pasado (bochada por casi todos), que fue muy bien recibida por el mercado: el riesgo país derrapó 5,7% y hubo subas de más de 10% en bonos en dólares, como el DICAD. También hubo apoyos de peso, desde Luis “Toto” Caputo hasta Mohamed El-Erian. Finalmente, el ministro de Economía, Martín Guzmán, habló el lenguaje del mercado y dejó en segundo plano otros intereses. En criollo, puso la plata.

“Los bonos subieron porque la oferta es seria y es una señal de que al Gobierno le interesa acordar. Antes había dudas. La suba no se debe a que se da por descontado un canje exitoso. Los bonos cotizan ahora a una exit yield implícita del 13%, por encima de lo que sería una tasa esperable, más cercana a 11%”, dijo el analista Diego Sacerdote.

Faltó la respuesta desde Wall Street. No habían dicho nada los comités AdHoc ni Exchange, los más duros y con capacidad de bloquear el canje o, cuanto menos, evitar que supere las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC). “Nadie espera que salgan a apoyar el canje, pero por lo menos que no salgan a rechazarlo, y menos con el compromiso de votar todos juntos”, agrega Sacerdote.

“Esta vez es distinto”, dijeron desde el Grupo SBS. “Respecto de la oferta de junio, se introdujeron cambios de cupones que elevaron los recuperos de los Globales 2026-36 y los Discount. Además, habrá una condición de mínima participación para reducir los riesgos a quienes ingresen en esta etapa, que además serán 'premiados' con el reconocimiento de los intereses corridos entre el 22 de abril y el 4 de septiembre. Finalmente, los tenedores de bonos del canje anterior conservarán el Prospecto 2005, un reclamo inamovible de los fondos. Aunque persiste cierta distancia para los Globales cortos, la propuesta está bien orientada y creemos que podría ser exitosa. La oferta tiene un VPN de US$ 53,3 valuada a un exit yield de 10% y US$ 45,2 al 12% (promedio ponderado de todos los bonos), valor que está en el rango que creemos aceptable por los acreedores y en línea con lo que consideramos que puede pagar Argentina. A su vez, el Gobierno incentiva la adhesión ya que quien ingresa ahora enfrenta un menor riesgo por la condición de mínima participación y al mismo tiempo recibe un mayor retorno por los intereses corridos adicionales. Al parecer, la cuarta vez podría ser finalmente la vencida”, detallaron sobre la oferta.

Si bien Argentina apodó la oferta como “máxima y última”, aún tiene algunas cartas más (no muchas) para poner sobre la mesa y endulzar el flujo de fondos. Cartas que serán claves si la propuesta enmendada aun no convence en Wall Street a los fondos, más díscolos como BlackRock, Ashmore y Fidelity. Otros, como Gramercy Funds Management y Fintech Advisory, anticiparon su acompañamiento. “Esperamos apoyar la oferta de Argentina, ya que proporciona la sostenibilidad de la deuda que es crucial para un crecimiento económico duradero, alto e inclusivo”, dijeron Gramercy y Fintech en un comunicado conjunto.

“Teniendo en cuenta todo lo que está atravesando el país, parece una oferta bastante buena”, dijo Alejandro Hardziej de Pala Asset Management ante Reuters, aunque agregó que algunos tenedores de bonos podrían haber preferido un “cupón de PIB” que paga más si el crecimiento económico mejora. Hardziej dijo que esperaba que las partes lleguen a un acuerdo dada la “pequeña diferencia” entre las últimas propuestas. “Esperamos que ésta sea la última oferta y esperamos que funcione”, señaló.

“La brecha de valoración con las últimas propuestas de tenedores de bonos se ha reducido considerablemente”, dijeron analistas del banco de inversión estadounidense Citi en una nota a los clientes, estimando la diferencia en entre 4 y 5 centavos de dólar. Los analistas del Citi, segpun Reuters, esperaban que una proporción “considerable” de acreedores que poseían los bonos denominados “exchange” porque el Gobierno evitó erosionar sus derechos legales. Es decir, se mantuvo el “indenture” (contrato).

Sin embargo, podría no haber una aceptación tan alta de aquellos acreedores con bonos vendidos con Mauricio Macri, ya que sus bonos de reemplazo se emitirían bajo términos que ofrecen menos protección legal.

La analista Siobhan Morden de Amherst Pierpoint, también citada por Reuters, dijo en una nota que la oferta era “razonable” y calculaba su valor en 53 centavos de dólar a un exit yield del 10%, aunque la falta de un acuerdo previo con grupos de acreedores clave era un obstáculo. “Aún existe riesgo de que no se llegue a un acuerdo ya que esta última fase no fue negociada con el grupo conjunto Ad Hoc y Exchange Bondholder”, explicó Morden, agregando que ambas asociaciones, que poseen en conjunto bonos por cerca de US$ 21.000 millones (casi el 30% de la deuda a canjear), podrían impedir un acuerdo. “Es una estrategia de mayor riesgo avanzar con una oferta final sin el consentimiento de acreedores mayoritarios”, según Morden.

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