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Los países ricos entre el rebote y el rebrote

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16 junio de 2020

El tiempo que demandará salir de la crisis económica inducida por la pandemia dependerá de la profundidad que alcance y de su duración. A esta incertidumbre se agregó un nuevo elemento: la posibilidad de que haya un  rebrote, y eso llevó, a que por primera vez, la OCDE hiciera sus pronósticos económicos teniendo en cuenta dos escenarios distintos. En el más  optimista (salida paulatina de la pandemia), la economía global se contraerá 6% este año, y en el pesimista (rebrote), 7,3%.

En los países desarrollados, los peores indicadores fueron los de abril, los de mayo mostrarían algún rebote que se prolongaría en junio. El segundo trimestre será el peor del año y se espera cierta recuperación en los siguientes. Si bien pocos esperan una recuperación en V, tampoco tiene muchos adeptos un  escenario de L, es decir, de una recesión más prolongada. En Estados Unidos se conocerán datos esta semana sobre producción industrial, ventas  minoristas y solicitudes de subsidios de desempleo que mostrarían que lo peor quedó atrás. Días atrás, la Reserva Federal proyectó una caída de 6,5% del PIB en 2020, pero hay visiones más optimistas como la de Goldman Sachs que ahora pronostica una retracción de 3,8% en el cuarto trimestre de este año con relación al mismo período de 2019 mientras que para JP Morgan sería de 4,8%, en ambos casos se trata de caída muchos menores que las que pronosticaban hace un par de semanas. A su vez, Morgan Stanley considera que la contracción será “abrupta pero corta” por lo cual no se tardará en volver a la situación económica previa a la pandemia.

A su vez, dos figuras públicas de peso también expresaron en los últimos días visiones contrapuestas; para Jerome Powell, la recuperación llevará tiempo mientras que para el asesor económico presidencial, Larry Kudlow, la recuperación será en forma de V. Claro que si se trata de buscar pronósticos optimistas, nadie supera a Donald Trump que quiere instalar la idea de un futuro promisorio si lo dejan otros cuatro años en la Casa Blanca.

Pero las dudas persisten. Hay muchos analistas que sostienen que los empleos que se perdieron no se recuperarán rápidamente y que hasta tanto no haya una vacuna contra el coronavirus, las sociedades en todas partes del mundo tendrán miedo a un rebrote de la pandemia que las llevará a pautas de consumo más cuidadosas. Todavía creen que falta hacer el recuento de lo que se perdió, y se seguirá perdiendo, en esta crisis. Si algunos indicadores mejoran, seguirá ganando intensidad el debate sobre si son necesarias más medidas de estímulo económico. Las opiniones están dividas en el Congreso de Estados Unidos, pero terminaría prevaleciendo la idea de que es mejorar excederse con la ayuda que quedarse corto. Una disyuntiva que también  estará presente en otros países. En el caso de China, que tiene la segunda economía delmundo, el proceso de recuperación comenzó antes y ese otro dato clave que destacan los optimistas, aunque los datos conocidos ayer  sobre producción industrial y ventas minoristas demostraron que volver a los niveles previos a la pandemia llevará tiempo.

Argentina está inmersa en esta realidad global más allá de sus problemas específicos. Una normalización de la economía mundial es una condición necesaria, pero no suficiente para que el nivel de actividad local muestre más vitalidad en la segunda parte del año.

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