Las principales fábricas de motos ubicadas en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba están retomando a la producción de manera dispar, según las autorizaciones de sus protocolos, y el sector aguarda por la apertura masiva de las concesionarias, en particular en el conurbano bonaerense que concentra 25% de las ventas
“Las plantas de producción se están poniendo en marcha con distinta velocidad según las provincias y municipios en donde se encuentren, pero todas están en proceso de reapertura”, aseguró el titular de la cámara argentina de fabricantes de motovehículos (Cafam), Lino Stefanutto.
“La localización de las fábricas determinó en los últimos días la velocidad de la vuelta al trabajo, teniendo en cuenta que la mayoría de las grandes marcas tienen sus plantas en el cordón industrial del conurbano bonaerense, lo que implica mayores recaudos a adoptar por las autoridades sanitarias”, recordaron.
Allí operan las empresas Honda, Yamaha, Beta Motor, Gillera, Hero, Mar Maquinarias (Lifan y Zanella residual) y KTM, entre las principales del Gran Buenos Aires.
En tanto, en la empresa de Santa Fe se encuentran Corven y Guerrero y en Córdoba Kimco, Keller y Okinoi.
“En donde hay grandes centros urbanos la habilitación para las plantas están sufriendo mas demoras, mientras que las que están en localidades más pequeñas las empresas ya tienen sus habilitaciones desde la semana pasada”, explicó Setefanutto.
Con una docena de fábricas locales, el directivo de Cafam explicó que “en forma directa en las terminales se suman 2.500 trabajadores, pero si se toma toda la cadena de valor se puede llegar a hablar de 10.000 personas”.
Stefanutto resaltó “la necesidad de que las concesionarias de los grandes centros urbanos puedan abrir sus salones, ya que son el esencial canal de venta de la producción de las terminales”.
