En abril, la economía de China mostró cierta recuperación como consecuencia de su paulatina normalización. En abril, la producción industrial tuvo un incremento de 3,9% mientras que en marzo habrá registrado una caída de 1,1%. Por su parte la tasa de desempleo se mantuvo un nivel alto: 6%. Las ventas minoristas bajaron 7,5% lo que representó una mejora frente al retroceso de 16% que se había registrado en marzo. La inversión en activos fijos fue 10,3% menor que hace un año, pero implicó un avance frente al retroceso de 16,1% anotado en marzo.
Las autoridades aspiraban a que el PIB de China en 2020 se duplique con relación al de hace una década, pero para poder cumplir con ese objetivo, el crecimiento de este año debería ser del 5,5%, lo que no parece probable dada la recesión global que restringe la demanda para las exportaciones chinas.
Se estima, que en este contexto, se pondrán en marcha nuevas medidas de estímulo monetario para consolidar la recuperación de la economía.
