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Esperan rojo primario de 5,5% del PIB en 2020

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28 mayo de 2020

El Covid-19 alteró por completo las proyecciones fiscal para 2020. La cuarentena pulverizó los ingresos y no quedó otra que pisar (aún más) el gasto primario. Los números de abril lo reflejaron a pleno. Ajustado por inflación, el gasto primario creció 35% anual real mientras que los ingresos cayeron 22%. Así, el resultado primario arrojó un saldo deficitario de $ 228.800 millones contra un superávit de $ 500 millones un año atrás.

En los primeros cuatro meses del año, el déficit primario asciende a $ 384.800 millones (1,6% del PIB), contra un superávit de $ 10.800 millones en los mismos meses de 2019, empeoramiento que se agudizó principalmente en marzo y abril por los efectos de la pandemia. El gasto primario crece a una tasa del 12% interanual medida en términos reales, en tanto los ingresos promedian una caída del 13% anual real.

El resultado financiero suma $ 590.800 millones y refleja un aumento del 119% en términos reales contra un año atrás. Según LCG, el panorama fiscal para 2020 cambió rotundamente a partir de la pandemia. “El ambicioso paquete de medidas para tratar de moderar el efecto económico del aislamiento social se extenderá más de lo pensado inicialmente, afectando severamente el resultado primario. Las medidas anunciadas conllevan un estímulo de casi 4% del PIB. Esperamos que el déficit primario trepe a niveles del 5,4% del PIB en 2020, con un marcado deterioro en el segundo trimestre”, agregaron.

“En general, la dinámica de abril mostró un claro deterioro de las cuentas públicas pero no se desvió demasiado de nuestro escenario base, por lo que seguimos esperando un déficit primario de 5,5% del PIB en 2020. A pesar de que buena parte del deterioro se sustenta en efectos transitorios, destacamos que la ausencia de financiamiento de mercado implica que este importante déficit presupuestario deberá ser financiado casi exclusivamente por el BCRA”, agregaron desde el Grupo SBS.

Según un cálculo de Martín Polo, el rojo “all inclusive” de $590.800 millones fue financiado por el BCRA en?99%. En el acumulado, la asistencia de Miguel Angel Pesce a Martín Guzmán fue de $585.189 millones.

Un dato que preocupa e inquieta por su impacto en la inflación, clásico tema de debate entre los economistas locales. Otro tema que preocupa es qué pasará con el gasto cuando se despida la pandemia y la cuarentena. ¿Volverá a su nivel previo o “pasará de largo”? Según Gabriel Caamaño Gómez, no está claro que la política fiscal poscuarentena sea similar a la previa. Hay dos áreas para mirar de cerca: gasto social y subsidios. “Hay una parte no menor del deterioro fiscal que se va a sostener más allá de 2020. Y vamos a tardar en volver a tener financiamiento voluntario. Ergo, luego de mucha emisión por déficit en 2020, próximos años tienen más emisión por delante por lo mismo. En mejor de los casos decreciente. No es un panorama alentador para una economía tan bimonetaria, que va caer fuerte este año (-8% real) y que va estar fuera del mercado un tiempo considerable. Más cuanto peor se resuelva reestructuración. Es panorama que llama, como mínimo, a ser prudentes”, dijo en Twitter.

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