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El nivel de actividad podría tocar piso en mayo

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18 mayo de 2020

En el marco del desplome de la economía como consecuencia de las medidas de aislamiento social para prevenir la propagación de la pandemia, dicha caída de la actividad económica podría estar tocando fondo durante el mes en curso. Así lo estimó ayer Analytica en base a las últimas medidas en torno a la flexibilización y a la salida gradual de la cuarentena.

No obstante, resaltó la consultora, para determinar esto hay un gran condicionante que aún falta por resolver. Se trata sobre la renegociación de la deuda bajo Ley Extranjera, cuya definición se conocerá el próximo viernes. “Mayo puede ser la letra A del ABC de la recuperación. Sin default, comenzaría a reducirse la incertidumbre, y el consumo, con las prevenciones de una salida de crisis aguda, podría repuntar, para que a partir de julio el PIB empiece a mostrar variaciones positivas mes a mes”, indicó.

Analytica señala que las nuevas medidas de movilidad aún no muestran cambios sustanciales en las actividades clave por su peso en el PIB y en los puestos de trabajo, como en los casos de comercio y recreación, que presentan caídas del 70% respecto a sus valores habituales. Aunque sí se observan cambios en las denominadas “esenciales”, como en los rubros de expendio de alimentos y bebidas y en farmacias, sobre los cuales se verifican caídas de sólo 20% en relación a lo habitual. Además, dice Analytica en base a datos de GPS: “El indicador de movilidad en oficinas muestra que el promedio país, excluyendo CABA y PBA, ya se ubicaba apenas 30% por debajo de los valores pre-Covid en la semana previa a la entrada en la Fase 4 de la cuarentena”.

De acuerdo con el análisis, la demanda de energía eléctrica es un indicador líder para anticipar la evolución de la actividad ante las restricciones en la movilidad, según se observó por ejemplo en Chile durante los conflictos sociales que forzaron el confinamiento de gran parte de la población en 2019. “Aunque esta demanda se muestra estable, en promedio, en niveles de fines de marzo, todo hace pensar que el levantamiento parcial de las restricciones impulsaría el consumo de energía, con gran heterogeneidad entre sectores”, señaló.

“La conjunción de mayor movilidad y más demanda esperada de energía eléctrica llevan a pensar que mayo será el valle recesivo. Todavía estos números no se reflejan en indicadores adelantados, disponibles para abril, que obviamente no muestran recuperación porque fue el mes con mayores restricciones a las actividades. Como muestra, vale citar la caída a cero en la producción de automóviles y la reducción de 90% en las ventas de vehículos usados durante el mes pasado”, sostuvo.

Por su parte, la consultora Ecolatina afirmó, ayer también, que el impacto negativo sobre las distintas ramas de actividad en 2020 será profundo, pero que también heterogéneo. En ese sentido, señaló que las actividades vinculadas al turismo, entretenimiento y esparcimiento serán las más afectadas y advirtió que probablemente estos rubros no puedan volver a operar normalmente en lo que resta del año.

En cuanto al comercio, Ecolatina estima que sufrirá una importante contracción, a pesar de que desde el comienzo de la cuarentena los comercios esenciales operaron con normalidad y a que la actividad mercantil se está reiniciando en algunas provincias. “Esto responde a los plazos necesarios para que la totalidad del sector vuelva a operar con normalidad y al desplome del gasto de las familias que, que ante el fuerte deterioro de sus ingresos y la inestabilidad del mercado laboral, pospondrán consumos no esenciales hasta que se avizore una mayor estabilidad (algo que demandará plazos mayores al 2020)”, explicó.

De esta manera, la consultora estima que el comercio minorista y mayorista caerá este año alrededor del 15%, lo cual considera que como “alarmante”, ya que este rubro representa el 13% del PIB y casi un quinto del empleo privado registrado en el país. Asimismo, estima que las perspectivas para el rubro de la construcción tampoco son alentadoras, mientras que para la industria proyecta que el impacto de la pandemia será heterogéneo.

“Si bien el sector se contrajo en marzo 16,9% interanual, algunas ramas fabriles apenas cayeron por ser consideradas esenciales y se espera una recuperación más rápida de las localizadas fuera del AMBA. El mayor deterioro esperado lo vemos en la producción de durables y bienes de capital. En cambio, el impacto será acotado en la industria de alimentos y bebidas, químicos, farmacéutica e instrumental médico”, indicó.

En tanto, uno de los sectores menos afectados será el agropecuario, que cerraría con una caída mínima.

Por su parte, los sectores de servicios que mostrarán un menor impacto negativo corresponden a los considerados esenciales, como comunicaciones, electricidad, gas, administración pública y enseñanza, debido a que, pese a las restricciones, la mayor parte pudo mantener normal funcionamiento (o lograron operar a distancia).

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