Con la experiencia de Asia, el epicentro de la crisis sanitaria, un informe de Mercer asegura que en general el enfoque para transitar los efectos de la pandemia en el negocio tiene tres fases: reaccionar ante el coronavirus, trabajar en el aislamiento y reinventarse.
Además, relevó a 119 compañías de la Argentina y el 57% respondió que han desarrollado un plan de contingencia para gestionar los efectos negativos que la pandemia de coronavirus está generando en los negocios.
A su vez, el 23% de las compañías lo está preparando, el 13% lo ha previsto sólo para locaciones específicas y el 7% no lo ha diseñado.
Fase 1: reaccionar ante el coronavirus
“En la fase uno, lo importante es ocuparse de implementar los recursos necesarios para trabajar en esa nueva realidad y centrar la comunicación a los empleados en las medidas de prevención y seguridad, con un foco muy fuerte en el bienestar físico y emocional”, explicó Ivana Thornton, directora de career de Mercer.
Con un gran foco puesto en el bienestar del personal, el 44% de las empresas argentinas implementó sesiones virtuales para compartir la experiencia entre individuos y equipos. Además, el 42% de las compañías incentivó a sus equipos a que se sigan reuniendo virtualmente durante el aislamiento social.
Fase 2: trabajar en el aislamiento
Para la encuestadora, en esta fase “es clave obtener feedback continuo de los empleados respecto a cómo están viviendo la experiencia”. De esta manera, se podrá prever un plan de acuerdo a la necesidad de los trabajadores.
“Otro aspecto determinante en la fase dos es ayudar a los líderes a ejercer su liderazgo de manera virtual, desafío no menor dado que muchas personas nunca antes trabajaron remoto”, señala Thornton.
En ese sentido, el 37% de las compañías aseguró que re-lanzaron entrenamientos de equipos virtuales para apoyar a los managers. Además, el 30% indicó que se están generando recursos adicionales de apoyo para los managers y el 14% generó espacios para compartir mejores prácticas.
Fase 3: reinventar la compañía
En la última instancia, el informe subraya que es necesario planear de qué manera la organización se adaptará para operar en un nuevo entorno. Planificar sobre cambios en la fuerza de trabajo, organización del trabajo y en las competencias que serán necesarias desarrollar, será fundamental para aprovechar las nuevas oportunidades que surjan.
“Es importante mirar la reconversión desde la perspectiva de los costos, en donde es altamente probable que las compañías tengan que tomar decisiones de ajuste respecto a costos de la fuerza laboral; y también desde el punto de vista de los ingresos, donde lo crucial será la adaptación a la demanda y la reconversión de la fuerza de trabajo para tomar ventaja rápidamente de las nuevas oportunidades que generará el cambio de escenario”, concluyó Thornton.
