El reino de Disney está perdiendo su magia ante la pandemia de coronavirus. Los analistas señalan que el equilibrio saludable de Disney es una prueba de que la compañía resistirá la tormenta, pero su experiencia en el tratamiento del coronavirus alterará fundamentalmente la forma en que el negocio de casi 100 años de antigüedad avanza.
Un grupo sindical de servicios dijo el domingo que Disney suspendería a más de 43.000 de sus 75.000 empleados de su parque temático Walt Disney World.
Cabe señalar, que tanto Disneyland como Disney World cerraron el mes pasado por el brote.
Además, varias de las exitosas películas de Disney se pospusieron debido a que los cines permanecen cerrados. La producción de otros tanques de Hollywood se está suspendiendo a medida que se implementan medidas de distanciamiento social.
Las líneas de cruceros de Disney extendieron algunas de sus suspensiones temporales de navegación. La compañía cerró la mayoría de los centros turísticos de todo el mundo y muchas tiendas.
Como resultado de la pandemia, las acciones de Disney cayeron casi 30 puntos porcentuales a partir del lunes desde su pico en enero.
Su precio de las acciones alcanzó su punto más bajo desde 2014, borrando seis años de ganancias impulsadas principalmente por el dominio de la taquilla.
De esta forma, Disney comenzó a aumentar su acceso al efectivo para que pueda resistir la tormenta. A pesar del hecho de que el consumo de TV creció, la red deportiva insignia de Disney, ESPN, también se está viendo afectada por la crisis.
El lunes, ESPN dijo que les pidió a sus 100 comentaristas mejor pagos que recorten un 15% de sus salarios en los próximos tres meses.
A pesar de estos desafíos, Disney + está iniciando su oferta de streaming a medida que las familias atrapadas en casa buscan formas fáciles de entretener a sus hijos.
Lo que sigue
Bob Iger, quien en febrero anunció su retiro como CEO de Disney, se ha vuelto a comprometer con la compañía en medio de la pandemia de coronavirus.
Según fuentes de la compañía, Iger está ayudando a elaborar una respuesta a la crisis para abordar el futuro de Disney, incluida la reapertura de la empresa con menos espacio de oficinas y el fin de shows deslumbrantes y costosos como los que hacen para los anuncios de televisión.
