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Ghidini: “No hay ningún sector económico que esté a salvo”

25 marzo de 2020

Entrevista a Matías Ghidini Gte. Gral de GhidiniRodil Por Enrique Pizarro

En el marco de la expansión de la pandemia del coronavirus en el país (y en el mundo) y sus respectivas medidas de aislamiento social para disminuir su propagación, una de las mayores preocupaciones se concentra en el nivel de empleo en el país, el cual se verá muy afectado como consecuencia de la caída de la actividad económica, lo que según se prevé profundizará y probablemente extenderá la recesión por la que atraviesa el país desde hace casi dos años.

Ante este escenario, la semana pasada el Gobierno anunció un paquete de medidas económicas y sociales de contención con “el objetivo de garantizar la producción, el trabajo y el abastecimiento”. Entre las medidas relacionadas con empleo se encuentran la eximición del pago de contribuciones patronales para los sectores más afectados por esta crisis, la ampliación del Programa de Recuperación Productiva (Repro), el reforzamiento del seguro de desempleo y líneas de crédito para pyme. Esta semana, además, anunció un bono para monotributistas y trabajadores informales.

En diálogo con El Economista, Matías Ghidini, Gerente General de la consultora de recursos humanos GhidiniRodil, estimó que la iniciativa del Gobierno probablemente se quedará corta, especialmente cuando todo este proceso termine. En ese sentido, consideró que el Gobierno ya debería estar pensando en diseñar medidas excepcionales para ese momento e imaginando un escenario mucho más complicado que el que posiblemente prevé.

¿Cómo impactarán sobre el desarrollo y el nivel de empleo en el país las medidas que se están llevando adelante para la prevención de la pandemia?

Sin dudas, las medidas de prevención van a conspirar contra la ejecución del empleo, más allá de que algo se pueda compensar trabajando de manera distinta. Además, obviamente, de alguna forma van desalentar el empleo en términos de capacidad para llevarlo adelante. No todos los trabajos se pueden hacer de manera remota: hay algunos que requieren de la presencia física, como el caso de la venta al público. Creo que, por un lado, el empleo actual se va a ver de alguna forma ralentizado, perdiendo la posibilidad de llevarse adelante en 100%. Por otro lado, desde un punto de vista optimista, se va a descubrir que algunos trabajos se pueden ejecutar de una manera diferente. Tal vez no de forma permanente, pero pueda que esto muestre que hay formas creativas de llevar adelante el trabajo. En cuanto a los procesos de búsqueda de personal, lo que observamos en las dos primeras semanas de marzo es que estas se fueron suspendiendo progresivamente. En algunos casos fue porque las compañías decidieron cancelar definitivamente las búsquedas y en otros, que es el motivo más importante, que ante la incertidumbre las empresas decidieron posponer el proceso por unas semanas. El mayor porcentaje está en la postergación, no en la suspensión definitiva de la búsqueda.

¿Prevé que habrá sectores que terminarán siendo poco afectados o incluso beneficiados de esta situación?

Son muy pocos los que se benefician de esto. Tal vez, puntualmente, aquellos que tienen que ver con el comercio electrónico, tanto las plataformas como las compañías de distribución. Quizás algún laboratorio. Pero, en general, no hay ningún sector que esté a salvo. Y si sumamos la crisis del petróleo, creo que hoy no hay ningún sector económico que esté ajeno a esto porque el contexto hace que el consumidor sea prudente.

¿Cómo ve las medidas de contención relacionadas con empleo que viene anunciando el Gobierno desde la semana pasada? 

Si las medidas serán suficientes o no, va a depender de la magnitud de la crisis, la cual aún desconocemos. Pero por lo que me imagino que puede suceder con la economía y el empleo, creo que las medidas van a ser escasas, asumiendo que la crisis va a ser mucho más profunda. Me parece que el Gobierno va a tener que diseñar nuevas políticas excepcionales que hoy no existen, que eximan por cargas y contribuciones patronales por mucho más tiempo y a muchos sectores. Si esto no se hace, creo que no va a bastar. Me parece que lo que anunció el Gobierno es una respuesta inicial, lógica, pero tengo dudas de que alcance para cuando todo esto termine. Creo que el Gobierno ya debería estar pensando en medidas excepcionales, nuevas, distintas e imaginando un escenario mucho más complicado.

Más allá de lo coyuntural, luego de un año en el que el empleo se vio afectado como consecuencia de la crisis económica por la que atraviesa el país, ¿cómo observa la evolución del mismo en lo que va de este año?

Desde los últimos meses del Gobierno anterior, el empleo venía estancado y esa tendencia se mantiene hasta hoy. Si bien hay empresas que están iniciando procesos de búsquedas de nuevos empleados, en el balance se observan más suspensiones. Y ahora se suma esta crisis.

¿Qué proyecciones hay para 2020 en materia de empleo?

Lamentablemente, para el empleo en general, las perspectivas para este año no son buenas. Esta meseta que observamos desde hace varios meses va a presentar una caída que podría ser de al menos dos o tal vez tres meses, teniendo en cuenta las referencias que vemos en otros países. Habrá que ver la profundidad de esta crisis del coronavirus. Los escenarios más probables, que ya estamos viendo, son los de compañías que demoran sus procesos de selección, otras que tienen que suspender a sus empleados y otras, seguramente en los sectores más castigados, que tendrán que desvincular a una parte de su personal, sujeto al marco que implemente el Gobierno para estos casos.

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