El PIB de Brasil creció 1,1% en 2019, una expansión menor al 1,3% de los dos años anteriores, según informó hoy el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística. A su vez, la suba en el último trimestre fue de 0,5% con relación al tercero.
Cabe recordar que al inicio del año pasado, los analistas del mercado estimaban un crecimiento de 2,5%, pero, una vez más, la realidad desmintió los pronósticos. También este año, la proyección inicial apuntaba a una expansión de 2,5%, pero se viene recortando en las últimas semanas, y coronavirus mediante, difícilmente llegue al 2% aunque el ministro Paulo Guedes afirme que es posible alcanzar ese porcentaje.
La OCDE, por su parte, estima una suba del PIB de 1,7%. El lunes, el Banco Central de Brasil publicará el informe Focus con las proyecciones del mercado que podrán dar otra pauta de la lectura de la situación que hace el sector privado.
Pese a las reformas estructurales que llevó a adelante el gobierno de Jair Bolsonaro, a Brasil le cuesta crecer y aún no logró recuperar el nivel de actividad que tenía antes de la fuertes contracciones de 2015 y 2016. El contexto internacional tampoco ayuda porque hay una desaceleración de la actividad económica que es muy marcada en países como China que es el principal destino de las exportaciones brasileñas.
Por cierto que las perspectivas deterioradas de Brasil no son una buena noticia para la región, y en particular para Argentina, que se trata de su mayor comprador, sobre todo de productos con algún grado de elaboración.
