El Economista - 70 años
Versión digital

jue 28 Mar

BUE 23°C

CIPPEC: el 55% de los hogares más vulnerables tiene una mujer como sostén principal

pobreza_salta
pobreza_salta
06 marzo de 2020

En general, el 36% de los hogares argentinos tiene una mujer como principal sostén de hogar, situación que es mucho más frecuente en los sectores más vulnerables: mientras que en el 10% más rico de la población solo 1 de cada 4 hogares tiene una mujer como cabeza, en el 10% de los ingresos más bajos, ellas sostienen el 55% de los hogares. Esas familias de menores ingresos encabezadas por mujeres son frecuentemente monomarentales, compuestas por una mujer e hijas/os. Así lo reflejó el trabajo del Programa de Protección Social de CIPPEC,  “8M: la autonomía económica de las mujeres va más allá del mercado laboral”.

Este domingo se celebra el Día Internacional de la Mujer, una fecha clave para reflexionar y visibilizar las vulnerabilidades y diferencias de género. Con ese objetivo, el oportuno informe muestra los desafíos pendientes en materia de derechos, particularmente en el goce de la autonomía económica de las mujeres.

El trabajo señaló que la inserción laboral empodera al género femenino cuando es producto de decisiones libres, se da en condiciones decentes y con una redistribución de las responsabilidades sociales de cuidado que involucre en mayor medida a los varones y al Estado.

“En los sectores más pobres, donde la participación laboral de las mujeres es más baja, ellas son con mayor frecuencia quienes realizan el mayor aporte de recursos al hogar. En cambio, en los hogares más ricos, la brecha en la participación entre varones y mujeres es casi nula pero sí existe una diferencia de ingresos que favorece en mayor medida a los varones. Así, se evidencian las diversas desigualdades y vulnerabilidades que enfrentan las mujeres en los distintos niveles socioeconómicos”, sostuvo el trabajo, elaborado por José Florito, Florencia Caro Sachetti y Alejandro Biondi, coordinadores del Programa de Protección Social de CIPPEC.

Según aclararon los especialistas, el principal sostén del hogar se identifica como el mayor proveedor económico. Este concepto se diferencia de la “jefatura de hogar”, que normalmente refiere a la persona que toma las decisiones y es una condición que se atribuye con mayor frecuencia a los varones.

Los hogares de madres solteras en los sectores más vulnerables son los que reflejan más seriamente la tensión entre la generación de ingresos y el trabajo reproductivo, ante la falta de políticas adecuadas de cuidados.

“De la totalidad de hogares con hijos/as encabezados por mujeres que declararon enfrentar dificultades para conciliar el cuidado de esas niñas y niños, casi tres de cada cuatro son hogares monomarentales, con o sin familia extendida. En cambio, cuando el principal sostén económico es un varón, la inmensa mayoría de hogares con dificultades para conciliar el cuidado tienen a ambos progenitores”, reveló el trabajo.

Según muestran las cifras, el descenso de la proporción de los hogares tradicionales “mamá, papá e hijas/os” en Argentina en los últimos 30 años no converge por clase ni por género. En 1986, casi una de cada dos familias estaba conformada por madre, padre e hijos/as; en 2018, la proporción de estas “familias nucleares” cayó a menos del 35% del total.

“Mientras entre las familias de mayores ingresos todavía es más frecuente encontrar hogares de este tipo encabezados por varones, al igual que hogares unipersonales compuestos por una sola persona mayor, en el caso de las familias más vulnerables el hogar promedio es muy diferente. Está encabezado por una mujer, que se enfrenta mayoritariamente sola y en condiciones de precariedad a la doble carga de la generación de ingresos y del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, lo que pone en jaque sus derechos y autonomía”, profundizó Cippec.

Desde la entidad, alertaron que esta realidad señala la urgencia de generar un Sistema Integral y Federal de Cuidados que garantice el derecho de todas las personas a cuidar y ser cuidadas. "Para hacerlo, se deben reformar políticas existentes e implementar iniciativas nuevas, incluyendo el reconocimiento del trabajo de cuidado, su redistribución mediante una reforma del régimen de licencias, la reducción de la carga de cuidado mediante la ampliación de servicios públicos de cuidado de calidad y la representación y recompensa adecuada de las y los trabajadoras/es del cuidado. En el diseño del Sistema, es crítico dar cuenta y priorizar la situación actual de los hogares más vulnerables, liderados por mujeres”, concluyó el estudio.

En esta nota

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés