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Retroceso: déficit de $ 3.766 millones en enero y advierten por riesgos

27 febrero de 2020

Luego de treinta meses consecutivos con resultados positivos en cuanto a consolidación fiscal, que se venía registrando desde junio de 2017, en enero el gasto primario creció más que los ingresos. Así lo indicó ayer el Ministerio de Economía, que durante el primer mes del año el Sector Público Nacional registró un resultado primario deficitario de $3.766 millones.

En tanto, en el mismo mes de 2019 se había registrado un superávit primario de $16.658 millones, lo que implica una reversión del gasto por $ 20.424 millones volcándolo hacia terreno negativo. Además, fue el primer enero con déficit primario desde 2015. Según la cartera que conduce Martín Guzmán, esto se debe mayormente a un impulso de la inversión social durante el comienzo del año.

“El dato es malo. Volvimos al déficit primario en un mes en que debería ser de superávit porque, aun a pesar de la mayor presión impositiva y el ajuste nominal del gasto de capital, el gasto volvió a crecer muy por encima de los ingresos (diez puntos), a pesar de que también en los gastos hay una fuerte suba de las rentas de la propiedad”, indicó ante El Economista Gabriel Caamaño, director de la consultora Ledesma.

De acuerdo con el especialista, hay algunas cuestiones puntuales por el lado de los gastos que funcionan como atenuantes, pero que no alcanzan para justificar todo el deterioro. “Por otro lado, esto contextualiza las razones de la suba de los derechos de exportación al sector agrícola y la pesificación de las tarifas en la generación eléctrica”, agregó.

“El 80% del incremento interanual del gasto está explicado por las prestaciones de la seguridad social”, justificó Hacienda.

Por su parte, Fernando Marull, director de la consultora FM&A, indicó ante este medio que el desempeño de enero se encuentra dentro de lo esperado. “El gasto, que estaba un poco pisado en diciembre, saltó en enero”, indicó el especialista, que coincide en que se entiende la urgencia del Gobierno de incrementar las retenciones al campo.

Hacia adelante

De acuerdo con Caamaño, el primer semestre es el período en el que se puede generar superávit primario para cubrir el déficit del segundo semestre. “Con estos números, parece que eso no va a suceder, por lo cual va a estar complicado; no porque no se mejore el resultado, sino porque se puede deteriorar respecto al año pasado. Y esto, en el marco de la reestructuración de la deuda soberana, es complicado”, advirtió.

En esa misma línea, desde la consultora LCG señalaron que en medio de la renegociación de la deuda será necesario mantener la prudencia fiscal, la cual será exigida por los acreedores. “El único paso que dio el Gobierno en este sentido fue la suspensión de la fórmula de movilidad (de las jubilaciones) para desindexar el gasto, así como también los nuevos aumentos discrecionales que implican un ajuste para todos los haberes, con excepción de la jubilación mínima”, indicaron.

No obstante, pese a dicho cambio de la fórmula jubilatoria, el resultado de enero verifica que no se generó un ahorro fiscal significativo. “La pesificación de las tarifas y el anuncio de un recorte en la ganancia de las empresas energéticas para recortar subsidios también apuntarían a mejorar las arcas del sector público”, agregó LCG, que además señaló que la mayor presión fiscal a partir de la ley de solidaridad que implementó el Gobierno no apunta a alcanzar rápidamente un sendero de superávit fiscal.

De acuerdo con las proyecciones de Marull, el déficit fiscal de este año será un poco mayor al que se registró el año pasado. Las cifras oficiales indican que en 2019 el resultado primario fue de 0,4% negativo sobre el PIB, quedando de esta forma dentro de la franja que el Gobierno anterior había acordado como meta con el FMI.

“Estimamos que el deterioro primario en enero estuvo explicado principalmente por factores extraordinarios, por lo que seguimos esperando un déficit primario de 0,8% del PIB este año”, indicaron desde el Grupo SBS, aunque aclararon que continúan atentos a la evolución del gasto, las retenciones y el impuesto PAIS como factores que podrían modificar las proyecciones.

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