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Los préstamos siguen en baja: al sector privado en pesos cayeron 1,7% mensual real en enero

Los préstamos al sector privado en pesos cayeron, en promedio, 1,7% mensual real en enero: los que fueron al consumo cayeron 0,4% mensual real; aquellos con garantía, -3,5% y los destinados a empresas, -3%

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11 febrero de 2020

En enero, los depósitos en pesos del sector privado crecieron 9% mensual. En términos reales, y considerando una inflación de 2,8%, el incremento fue de 6%. Los datos fueron provistos ayer por LCG. “En enero se acentuó la tendencia positiva evidenciada en diciembre. En medio de fuertes controles cambiarios y un impuesto del 30% al atesoramiento de dólares, subieron los incentivos para mantener los pesos depositados”, dijeron en LCG. Así, la baja de tasas (la de referencia pasó de 63% a 48%) parece haber pesado.

Mientras que los depósitos a la vista crecieron 4,8% mensual real, los depósitos a plazo subieron 7% mensual real, pero cayeron 18,4% anualmente. Las colocaciones mayoristas crecieron 10,2% mensual real y las minoristas (38% del total) lo hicieron en 2,4%. Ambas mejoraron el desempeño respecto a lo evidenciado en diciembre. “La instalación del cepo y posteriormente del impuesto PAIS actúan como limitantes para que los pesos migren a la compra de la moneda extranjera”, agregaron desde LCG. “Si bien la baja de tasas dispuesta por el BCRA no alienta las colocaciones a plazo, las restricciones al atesoramiento generan incentivos a mantener depósitos a plazo. En ese sentido, las colocaciones minoristas revirtieron las caídas evidenciadas los últimos cuatro meses, y mostraron una variación mensual que no se observaba desde octubre 2018. Por el lado de los mayoristas, mostraron el crecimiento más alto de los últimos once meses. Por las normas de compliance, que limitan las operaciones con Contado Con Liqui de muchas empresas, sumado  a que tienen cronogramas de obligaciones para con sus proveedores y empleados, las colocaciones siguen siendo un instrumento al cual recurrir”, agregó LCG.

Los que no anduvieron bien fueron los depósitos en dólares, que cerraron enero en US$ 18.769 millones: -3,7% mensual o US$ 721 millones menos que el fin de período de diciembre.

“Si bien la caída de los depósitos en dólares fue aminorando su ritmo desde el derrumbe evidenciado posterior a las PASO, en enero revirtieron el crecimiento que se había observado en diciembre. Esto se debe, en parte, a una sobredolarización de carteras, que actualmente influye en la estrechez de la brecha cambiaria, y en la evolución de los depósitos en dólares”, dijo LCG.

Por el otro lado, los préstamos al sector privado en pesos cayeron, en promedio, 1,7% mensual real en enero (-22,1% interanual real). Así, se acentúa la caída observada en diciembre. Existe un componente estacional que explica la variación, ya que enero en general registra caída respecto a diciembre, mes en que el consumo y la demanda aumentan. En términos anuales, las caídas siguen siendo pronunciadas, pero nuevamente hay una desaceleración de las mismas contra el mes previo (-1,7 puntos).

Los préstamos al consumo (personales y tarjetas de crédito) cayeron 0,4% mensual real (-21% interanual real).

La caída de enero se explica por la disminución en los préstamos personales (-2,9% mensual). Por el contrario, el financiamiento con tarjetas de crédito creció 1,6% intermensualmente, mejorando 1,4 punto respecto a la variación del mes anterior. En enero, ambos componentes mejoraron el desempeño respecto a lo que fue diciembre. En medio de un contexto inflacionario y la caída de tasas de interés, es esperable que mejore el financiamiento en cuotas con tarjeta de crédito.

Los préstamos con garantía real (hipotecarios y prendarios) mostraron una variación negativa de 3,5% mensual real (-37,6% interanual real).

Continúa siendo el tipo de financiamiento más perjudicado en términos anuales. En medio de un contexto macroeconómico recesivo y niveles de inflación muy altos, los créditos hipotecarios fueron los más perjudicados durante los últimos meses. Es difícil que repunten fuertemente en ausencia de políticas públicas dirigidas a incentivar este financiamiento.

Además, el financiamiento a empresas empeoró el desempeño respecto a diciembre, y cayó por primera vez en 4 meses (-3% mensual). Fue motivada principalmente por una disminución en documentos descontados, que cayeron 8,5% mensual mientras que adelantos en cuenta corriente, por su parte, cayeron 5,6% mensual. En términos anuales, los créditos recibidos por las empresas cayeron 13,8% real y desaceleraron la caída en 3,4 puntos.

La tendencia

“Con la imposición del cepo y del impuesto PAIS, los ahorristas encuentran mayores incentivos para mantener los depósitos en pesos en el sistema y volcarlos a los canales de ahorro disponibles. En este sentido, es probable que continúen mejorando los depósitos a plazo, en detrimento de la dolarización de carteras. Sin embargo, la velocidad del descenso de las tasas, con niveles de inflación aún altos, podría generar que el ahorro de los minoristas empiece a dirigirse al consumo no productivo, favoreciendo los depósitos a la vista y en cuenta corriente”, agregaron en LCG.

“Los depósitos en dólares, en la medida que se mantenga la estabilidad cambiaria y los efectos de la reestructuración de la deuda no sean distorsivos, se mantendrán en niveles similares al actual. Podrían llegar a bajar marginalmente si, dada la sobredolarización que sufrió la economía los últimos meses, los agentes comienzan a necesitar pesos con fines transaccionales”, añadieron.

“El nuevo Gobierno comienza a perfilar su política de utilizar los créditos a empresas como una herramienta para repuntar la actividad interna. Con este objetivo, se anunció en febrero una nueva línea de créditos del Banco Nación dirigida a las Pymes, por la que se destinarán con este propósito $ 10.000 millones con tasas subsidiadas, que se ubicarán entre 27 y 29%. El objetivo que se persigue es el de aliviar financieramente a las pequeñas y medianas empresas, así como también reactivar la demanda de créditos. En este sentido, y con tasas más bajas, es esperable que el financiamiento a las empresas y al consumo comience a repuntar en los próximos meses, pero estará sujeto a que efectivamente se aumente la actividad y la demanda interna, hechos que también se encuentran asociados con mejoras en el poder adquisitivo”, concluyeron.

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