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Larreta: almuerzo con Macri, unidad de Cambiemos y 2023

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16 febrero de 2020

Tras las derrotas electorales de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quedó como uno de los referentes más activos de la oposición. Esta semana mantuvo un encuentro privado con el expresidente Mauricio Macri y definió que tendrá dos prioridades centrales en 2020.

Uno de los objetivos es la de ser un "intendente al 100%" para afrontar el primer año de su segundo mandato en la Ciudad. Fuentes cercanas al jefe de Gobierno aseguraron a Télam que Larreta combinará esa tarea con otra que se autoimpuso en el plano político: la de mantener unido al frente Cambiemos, ahora Juntos por el Cambio, en la búsqueda de consolidarse como espacio opositor y evitar deserciones.

De bajo perfil, el alcalde dedicó las primeras semanas de febrero a encabezar actividades junto a sus ministros, encabezó una reunión de Gabinete y visitó la Usina del Arte, mientras prepara el discurso de apertura de las sesiones ordinarias en la Legislatura porteña que ofrecerá el 2 de marzo, un día después que lo haga el presidente Alberto Fernández en el Congreso nacional.

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El jueves, en el hotel Faena de Puerto Madero almorzó junto a Mauricio Macri, que reapareció luego de sus días en Villa La Angostura y la polémica desatada por sus declaraciones en un encuentro con militantes. Aunque trascendió poco de lo que hablaron, se supo que la unidad de Cambiemos y el 2023 dominaron gran parte de la charla.

En cuanto a uno de los pilares de Larreta, la gestión, no se esperan para este año anuncios de obras medulares en la Ciudad, tal como ocurrió en 2019 con el Paseo del Bajo -la nueva autopista ribereña que une el sur y norte porteño- y los viaductos en altura de las líneas ferroviarias Mitre y San Martín, sino que resaltará la gestión a través de la ejecución de intervenciones urbanas basadas en la "cercanía al vecino".

Con esas "micro-obras", como arreglos de calles y veredas o mejoras en los espacios verdes y la realización de eventos culturales al aire libre, Rodríguez Larreta sostendrá -al menos en los primeros meses-, el eje de su segundo mandato, que será diferente al primer período porque transitará los próximos cuatro años sin el acompañamiento gubernamental de Macri y de Vidal.

En la sede del Gobierno porteño, en el barrio de Parque Patricios, evaluaron que "fue justamente la gestión lo que bloqueó el tsunami de la derrota electoral", que terminó impidiendo la reelección de Macri a nivel nacional y la de Vidal en la provincia de Buenos Aires, pero dejó a un ganador Rodríguez Larreta como exponente de gestión del PRO, a la cabeza de un distrito considerado el más rico del país.

Por ello, desde el inicio de su segundo periodo se mostró con "buena predisposición al diálogo" con el presidente Alberto Fernández, dado que la Ciudad mantiene acuerdos con la Nación que requieren de negociaciones permanentes, como el caso de las partidas que percibe la Capital Federal de los fondos coparticipables.

La posibilidad que la Casa Rosada reduzca al menos un punto el índice del 3,5% de coparticipación que llega a la Ciudad, tal como trascendió, hizo que dirigentes de Cambiemos salieran a criticar fuertemente esa chance, aunque el alcalde capitalino optó por apostar a una instancia de conversaciones con los ministros nacionales para que la relación no se tense.

"La mesa de negociación aún no tiene definiciones", señalaron fuentes del Gobierno porteño, que indicaron que de existir la baja de los recursos sería "letal" para la administración local, por lo que avisaron que la vía judicial podría "ser una alternativa" en caso que llegue a concretarse la reducción por parte de la Nación.

En el plano partidario, Rodríguez Larreta encaró algunas visitas a ciudades del interior del país, entre ellas Mendoza y Mar del Plata, como parte de su aspiración de sostener al frente Juntos por el Cambio como una fuerza de presencia nacional y, en ese sentido, deberá dar un debate hacia dentro de la alianza para definir los roles que tendrán como dirigentes opositores.

También será motivo de análisis quién llevará adelante la conducción del espacio y el papel que tendrá Vidal, que oscila entre su regreso a la Ciudad de Buenos Aires, su cuna política, y la permanencia en territorio bonaerense con vistas a una candidatura legislativa en 2021.

Las fuentes consultadas por esta agencia sumaron a la estrategia de unidad de Rodríguez Larreta la necesidad de conservar dentro al radicalismo, que en la Capital Federal se procuró con la designación de dirigentes al frente de organismos clave, como el caso de Guillermo Laje, asesor del senador Martín Lousteau, quien será nombrado en marzo como presidente del Banco Ciudad.

En la Legislatura porteña, sin embargo, Cambiemos no será un bloque, sino que existirá un "interbloque" en el que confluirán el PRO, la Coalición Cívica, Confianza Pública y el denominado "UCR-Evolución", que, de hecho, no se ubicará del mismo lado que los restantes diputados del oficialismo porteño dentro del recinto de sesiones, sino que estará situado enfrente.

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