El Bundesbank advirtió que no se observan signos de mejora en el nivel de actividad de Alemania en el inicio de 2020. La economía más grande de Europa se estancó en el último trimestre, cerrando un año en el que sólo creció 0,6% como consecuencia del retroceso que sufrió el sector industrial que tiene mucho peso.
En los últimos años, Alemania creció a tasas muy bajas porque sus exportaciones sintieron el impacto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Los indicadores económicos de Alemania explican, en gran medida, el bajo crecimiento de la zona euro que se expandió 1,2% en 2019.
En el mismo período, la economía de Estados Unidos creció 2,3% y eso explica que el dólar se siga fortaleciendo frente al euro. Contra el pronóstico de los analistas que veían a la moneda común recuperándose, en lo que va de 2010 ya perdió 3,3% frente al dólar y su tendencia es bajista. Hoy parece estar más cerca una cotización de 1,05 por dólar que de 1,20 como pronosticaban algunos bancos de inversión al cierre de 2019. Pero la debilidad del euro también se da contra otras monedas porque hay otros factores que lo afectan como el coronavirus que aumenta el riesgo global, y porque además, todo lo que ocurre en China impacta fuerte en Europa.
