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Tetaz sobre precios: “La magia no funciona, el voluntarismo tampoco y la represión, menos"

Tetaz
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21 enero de 2020

En su informe semanal, el economista Martín Tetaz trazó definiciones sobre el origen de la inflación y la forma de combatirla. En el texto, hizo severas críticas a los dichos de algunos sobre este tema de parte de algunos integrantes del Gobierno actual, incluyendo al presidente Alberto Fernández, además de las malas decisiones implementadas en el pasado.

“La propia experiencia argentina en los '90 y la de los treinta y cinco países que eliminaron la inflación en los últimos treinta años nos debería bastar para enterrar para siempre ese debate que ahora vuelve”, apuntó Tetaz, que empieza aclarando que la inflación y los precios altos son “dos bichos distintos”.

“Los programas como Precios Cuidados, si están bien diseñados (no es el caso), pueden servir para bajar el nivel de precios, pero la inflación no es el nivel, sino la velocidad a la que van los precios. El proceso que gobierna la velocidad a la que van los precios (nominalidad) es completamente distinto al que regula el nivel de los precios relativos de la economía. Si los salarios y los precios en la góndola del supermercado están subiendo al 40%, la culpa no es ni de los comerciantes, ni de los gremios; hay un factor subyacente que está empujando los dos”, explicó.

“Pensar que la inflación es un fenómeno de costos y que reprimiendo los salarios se contiene, es asumir que los industriales y los comerciantes son estúpidos, que no quieren ganar más plata y que si bajan los costos, bajarán los precios, aun cuando la demanda esté dispuesta a pagar más. Pensar que la inflación es culpa de los supermercadistas o de los empresarios implica seguir asumiendo que son tontos, porque si podían cobrar un precio más caro ayer, ¿por qué esperar hasta hoy para aumentar?”, cuestionó.

Como segundo punto, Tetaz señala que la inflación es “obviamente un fenómeno monetario, porque refiere al aumento de los precios del promedio de los bienes, en relación al denominador común que es la unidad monetaria; en nuestro caso el peso”. En su análisis, el especialista lanzó como pregunta si podrían aumentar los precios sin que aumente la cantidad de dinero. A lo anterior, se responde que sí y se apoya en dos razones.

“La primera es que puede aumentar la velocidad de circulación del dinero y del mismo modo que ocurriría si las botellas se reciclan con más frecuencia, en cuyo caso harían falta menos botellas. Si la gente se apura a desprenderse de los pesos, se necesitarán menos unidades monetarias para hacer todas las operaciones de la economía y el sobrante generará inflación”, ejemplificó.

El economista plantea como segunda razón que si todos piensan que habrá 'equis' por ciento de inflación y se anticipan remarcando (profecía autocumplida), de igual forma los precios subirán, pero en este caso no alcanzarán los medios de pago existentes para cubrir todas las transacciones, por lo que escasearán los medios de pago y subirá el costo de la liquidez (tasa de interés), frenando la economía hasta que bajen los precios.

Para resumir, Tetaz afirma que para bajar la inflación es necesario tener políticas fiscales y monetarias prudentes, que progresivamente frenen la tasa de crecimiento del dinero de una manera sostenible (de allí la importancia de la disciplina fiscal) y un mecanismo de coordinación de expectativas que logre que el proceso de fijación de precios se desacelere a la misma velocidad, para que no se produzca una recesión durante el proceso.

“Ese mecanismo puede ser un ancla de precios (tipo de cambio, tarifas, salarios, acuerdo de precios de consumo masivo, etcétera), o la construcción de credibilidad de una autoridad monetaria, cuya política sea seguida por los actores de la economía. La magia no funciona. El voluntarismo tampoco. La represión, menos”, aseguró.

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