Según los datos relevados por Orlando Ferreres & Asociados en su informe sobre la Inversión Bruta Interna Mensual (IBIM-OJF), en diciembre la caída de la inversión habría sido de 9,2% anual en términos de volumen físico (descontando el efecto precios).
Como resultado, “la inversión cayó 11,1% respecto de 2018, que a su vez venía de una caída de 5,7%, anotando el segundo año consecutivo en rojo y el peor registro desde 2009”, señaló Ferreres.
Por su parte, en la medición a precios constantes la inversión representó el 21,1% del PIB en el último mes del año. Mientras que, medido en dólares, se invirtieron US$ 5.706 millones.
“Para el total de 2019, se contabilizó una inversión de US$ 73.673 millones”, señaló el informe.
Maquinaria y equipos
Según el Centro de Estudios Económicos, este apartado registró durante diciembre una retracción de 13,1% respecto del mismo mes del año pasado, observando un empeoramiento en los últimos tres meses, y acumulando para 2019 una contracción de 17,4%. La caída de diciembre estuvo empujada por la menor inversión en equipos durables importados (que bajó 15,1%), mientras que los de origen nacional mostraron una merma de 10,7%.
Construcción
La inversión en construcción anotó una contracción de 4,6%, sumando así el quinto mes consecutivo de caída. En términos acumulados, el segmento tuvo en 2019 una baja de 3,5%.
De ese modo, la contracción de 2019 estuvo empujada particularmente por los menores niveles de inversión en equipos durables de producción, especialmente en los de origen importado, que sufrieron los golpes devaluatorios de abril y octubre. La construcción, por su parte, se encuentra aletargada desde mediados de 2018, y no logró recobrar dinamismo durante 2019, según explicaron.
“Cabe destacar que los últimos meses del año estuvieron signados por una larga transición de Gobierno, que generó incertidumbre en los agentes que anticipaban un cambio de la política económica, pero sin contar con precisiones”, analizó Ferreres.
Para este año, anticipan que continuarán los bajos niveles de inversión, “en el contexto de un entorno macroeconómico desordenado, y sumidos en una renegociación de la deuda de la que aún no se tienen muchos detalles”, concluyó.
