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El mercado advierte a Pesce por “la trampa de febrero”

Sostienen que la emisión monetaria del BCRA ha sido excesiva y que sus efectos podrían empezar a sentirse tan pronto como en las próximas semanas. De hecho, algo ya se empezó a ver el viernes.

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Alejandro Radonjic 13 enero de 2020

Por Alejandro Radonjic

En el mercado empiezan a advertir con mayor intensidad que la emisión monetaria del BCRA ha sido excesiva y que sus efectos podrían comenzar a sentirse tan pronto como en las próximas semanas. “Una caída en la demanda de pesos durante febrero, principalmente porque los exportadores reducen fuertemente sus envíos por la transición entre la cosecha fina y gruesa, genera riesgos en el mercado de cambio no oficial”, advierten desde Bull Market Brokers (BMB).

“Luego de 116 días con una brecha cambiaria estable entre el 25% y 30%, surge la posibilidad de que la presión cambiaria comience a incrementarse considerablemente a partir de las próximas semanas llevando el CCL a $90, salvo una intervención decidida y permanente del FGS (de la Anses)”, agregan desde BMB y señalan que la tasa de interés podría comenzar a rebotar cuando la brecha se acerque peligrosamente 40% en las próximas cinco semanas.

Según cálculos de Nery Persichini (GMA Capital), la base monetaria trepó 25% en el último bimestre. “Esto es 2,8x la variación media entre 2003-2018”, dijo en Twitter. El circulante, mientras tanto, ascendió 14% (1,4x el promedio de los últimos quince años). Esos números, dijo, “exceden la estacionalidad” y advirtió que “es muy peligroso prenderle velas al pacto social con las turbinas de pesos a máxima potencia”.

En un informe distribuido ayer, GMA Capital señala: “En líneas generales, estamos viendo medidas que ya fueron parte del repertorio durante gestiones anteriores en el BCRA. Más pesos en la calle, tasas reales negativas y créditos subsidiados en un marco de cepo cambiario sumamente rígido. El BCRA vuelve a ser el único comprador de dólares a un precio que se aleja a la cotización libre. También se repite la asistencia al Tesoro tanto en pesos (para cubrir el déficit fiscal) como en dólares (para el pago de deuda). Hasta ahora, la emisión de dinero no generó mayores problemas porque la estacionalidad jugó como aliada”.

Pero...no siempre será así y, de hecho, la curva está próxima. “Diciembre y enero son meses de fuerte de demanda de pesos por el pago de aguinaldos y de vacaciones. Pero en febrero y marzo, la tendencia se revierte y la abundancia de liquidez podría alimentar una escalada sobre los precios y sobre las cotizaciones libres del dólar (MEP, contado con liquidación y blue). Entonces el peligro es que el tipo de cambio oficial, acaso la única ancla que el BCRA está comprometido a defender, deje de ser un punto de referencia fiable para las expectativas de inflación. La ausencia de una tasa real positiva es una barrera de contención menos porque no colabora con los incentivos para demandar pesos. A la luz de este cambio de timón, esperamos que el BCRA pueda corregir el rumbo y esterilizar a tiempo antes de que la demanda de dinero se debilite en las próximas semanas. Bajar las tasas en el verano es una piedra con la que tropezaron varios banqueros centrales, incluidos (Federico) Sturzenegger y (Guido) Sandleris. Más allá de esta cuestión estacional, la confianza excesiva en el hecho de que componentes heterodoxos pueden domar la inflación y que la cantidad de dinero es un aspecto de segundo orden es preocupante. Desconocer la naturaleza monetaria de la inflación condujo a las peores calamidades económicas en Argentina. Caminar ese sendero sería un retroceso y, en palabras de Jorge Luis Borges (en alusión al peronismo), implicaría tener 'todo el pasado por delante'”, concluye el reporte.

“La emisión del último bimestre fue excesiva y presionó a las tasas de interés a la baja, hundiéndolas por debajo de la inflación esperada (?) Los controles cambiarios sólo hacen que las presiones no desestabilicen al mercado mayorista, pero de ninguna manera pueden evitar que el exceso de emisión se manifieste en otros mercados o acelere la inflación”, dijo Adrián Yarde Buller (Grupo SBS) en diálogo con El Economista y advierte sobre “la trampa de febrero”.

https://twitter.com/AmilcarCollante/status/1215719487548403719?s=20

Algunas tensiones ya empezaron a emerger la semana pasada. El dólar CCL terminó el viernes en $79,95 (spread de 34% versus el oficial), subiendo 2,7% diario y 4,4% semanal mientras el dólar MEP cortó en $77,97 (spread de 30%): subió 2,3% el viernes y 2,9% en la semana. “Y todavía estamos en pico estacional”, agregó Gabriel Caamaño Gómez desde Consultora Ledesma.

En un informe, SBS dijo: “Si no se corrige el curso esterilizando excesos, en las próximas semanas la caída de la demanda de dinero podría acentuar el problema de liquidez impactando sobre el tipo de cambio implícito y las expectativas de inflación”

“El mes de febrero será el primer test del BCRA (y la entidad lo sabe), cuando tenga que retirar el exceso de pesos. Sino retira los pesos excedentes, irán a brecha cambiaria y ello podría desestabilizar el plan de estabilización”, advierte Fernando Marull.

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