El Gobierno anunció ayer un nuevo plan para deudores de créditos hipotecarios UVA. El plan establece una convergencia durante los próximos doce meses de las cuotas que permitirá evitar un salto del 26% en el valor de cuota previsto a partir de febrero, a causa del congelamiento establecido en agosto de 2019.
El nuevo mecanismo de compensación prevé que, en ningún caso, la cuota supere el 35% de los ingresos familiares. El mismo fue acordado por el Banco Central (BCRA) y el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat.
El objetivo del esquema, según explicó el BCRA en un comunicado, es “amortiguar el incremento” que deberían afrontar el próximo mes los deudores hipotecarios UVA. “A fin de evitar un aumento tan pronunciado, se implementará un esquema de bonificación que distribuirá en un lapso de doce meses el alza que debía imputarse a partir del mes de febrero”, explicó la entidad monetaria.
A su vez, remarcó que habrá “un esfuerzo compartido entre las entidades financieras y los deudores” y que “las entidades financieras aportarán un total de $ 1.411 millones durante el plazo de vigencia del mismo”.
Los próximos aumentos se aplicarán sobre el valor de las cuotas de agosto pasado y serán, en un principio, como máximo, de 6% mensual para los que accedieron al congelamiento dispuesto por el Gobierno anterior.
A modo de ejemplo, el Banco Central señaló que una cuota de $ 24.300 en enero (encuadrada dentro de los créditos máximos) debería pasar a $ 30.700 en febrero si se aplicara el 26% pendiente pero, con el mecanismo de convergencia, el monto a abonar será de $25.700 (+6%).
También se decidió que, en caso de que la cuota a pagar supere el 35% de los ingresos familiares acreditados por los deudores, las entidades financieras deberán establecer un esquema que atienda puntualmente estos casos.
Por el congelamiento de las cuotas, debieron destinarse unos $ 690 millones desde setiembre 2019 hasta enero de 2020 para financiar la diferencia que se abona a los bancos utilizando los fondos del fideicomiso Procrear, un instrumento originalmente diseñado para construir viviendas.
En diciembre, el Banco Central y la cartera de Desarrollo Territorial y Hábitat, a cargo de María Eugenia Bielsa, acordaron extender hasta fines de enero el congelamiento de las cuotas de estos créditos. La medida alcanzó al 90,5% de los 105.000 deudores hipotecarios UVA, correspondientes a préstamos de hasta 120.000 UVAS y para vivienda única.
A pesar de los muchos reclamos que ha habido por parte de un grupo de familias que obtuvieron estos préstamos, el nivel de morosidad en estos instrumentos es muy bajo. De acuerdo con los datos oficiales, sólo el 0,6% de los tenedores de estos créditos se encuentran en situación de impago.
Los préstamos hipotecarios UVA son préstamos en pesos ajustables por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) que refleja el índice de precios al consumidor, y que está expresado en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA).
Estos créditos comenzaron a regir en abril de 2016, impulsado por el entonces presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, copiando el sistema implementado en Chile de ajustar los créditos por la inflación. Sin embargo, al ser la UVA una unidad ajustable con el Índice de Precios al Consumidor, las cuotas se fueron incrementando al ritmo de la inflación, que en 2018 se disparó tras la devaluación.
