La Ley Impositiva de Axel Kicillof se topó la semana con las trabas interpuestas por la oposición, en lo que implicó la primera derrota parlamentaria para la nueva gestión. Tras dos sesiones fallidas (jueves y viernes), Kicillof brindó una conferencia de prensa en donde no ahorró críticas a la oposición (y los medios), aseguró que su Gobierno “no será extorsionado” y blanqueó que la oposición introdujo en la discusión por la ley las negociaciones por el reparto de cargos en los organismo de control.
Según pudo averiguar El Economista, el oficialismo introducirá hoy un nuevo pedido de sesión extraordinaria, esta vez por la Cámara de Diputados, la cual está presidida por Federico Otermín. Las alternativas que manejan en La Plata es que “entre el jueves y el lunes” se sesione, para que pase rápidamente al Senado, donde nuevamente se topará con la mayoría de Juntos por el Cambio. A su vez, también se especula que las sesiones puedan concretarse el 7 y 8 de enero.
El proyecto que ya está presentado en la Cámara Baja es, en esencia, el mismo. Desde el entorno de Kicillof sostuvieron estar “abiertos a modificaciones cuando vuelvan a sentarse a la mesa de diálogo y se pueda saber qué quieren”. “Por ahora no trajeron ninguna propuesta lógica más allá de la bravuconada del 75%”, despotricó una voz cercana a Kicillof ante El Economista.
“Necesitamos recursos para recuperar la salud y la educación en la provincia. No vamos a dañar a la clase media, todo lo contrario, queremos levantar la economía de la provincia, pero necesitamos que la oposición se siente a debatir esta Ley”, sostuvo ayer el gobernador en declaraciones radiales y apuntó a los jefes comunales de la oposición: “No tener ley tributaria deja a la provincia con problemas pero también a los municipios”.
En el Frente de Todos bonaerense además, se quejan de la escasa claridad de los interlocutores. La exgobernadora María Eugenia Vidal se encuentra por estas horas fuera del país, y algunos intendentes del PRO intentaron copar las negociaciones con cargos que le corresponden a la oposición.
“Tienen que unificar personería porque, repito, si no parece extorsión, no diálogo”, se quejó una voz de íntima confianza del gobernador ante este diario.
Ayer, algunas voces del Frente Renovador se sumaron a las críticas del exoficialismo al señalar “la decisión de Juntos por el Cambio de no dar quórum para sacar la Ley Impositiva apunta a un objetivo oculto, que la provincia entre en default y arrastrar al fracaso de la renegociación de deuda nacional”.
En tanto, en Juntos por el Cambio continúan se defienden: “Claramente Kicillof no busca las herramientas para gobernar sino utilizar todo para instalar un abismo ideológico; lo técnico ya pasa a un segundo lugar”, explicó una voz de Senado.
En las filas del espacio que condujo la provincia hasta el pasado 10 de diciembre con Vidal a la cabeza, entienden que, con las leyes de emergencia, Kicillof logró “prorrogar el Presupuesto con discrecionalidad en el gasto”, “endeudamiento para estar tranquilo hasta el 31 de marzo” y “la emergencia administrativa para contratar bienes y servicios por dos años”.
“Todo imposición y el único argumento es el respaldo de los votos”, fustigan desde el núcleo de legisladores que responden a Vidal.
En tanto el titular del bloque en el Senado, Roberto Costa, declaró ayer que “lo que pedimos es que bajen un poco la tasa del 75%, no es que le dijimos 'no vamos a votar la ley', porque si no hubiésemos bajado y votado en contra”. En definitiva, hoy será el tercer intento. ¿Será la vencida? Si no, será derrota.
