El domingo pasado, en la entrevista que concedió a Luis Majul, el Presidente se refirió a la situación en Chile. “Nos preocupa también, aunque se hable menos”, dijo tras una pregunta puntual sobre el nuevo informe de Michelle Bachelet sobre la crisis en Venezuela.
“Yo me acordaba días atrás, cuando recibí a las organizaciones de derechos humanos venezolanas, en 2013, cuando (Nicolás) Maduro, después de una manifestación apresó 800 personas. (Sebastián) Piñera metió presas a 2.500 personas y nadie dijo nada”, agregó Fernández en la entrevista. “Seamos honestos intelectualmente y digamos todo”, agregó Fernández. Si bien no lo señaló taxativamente, en los hechos equiparó las situaciones que atraviesas ambas naciones.
Ayer se pronunció la Cancillería de Chile, en un duro comunicado. “El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Teodoro Ribera, se contactó esta tarde telefónicamente con su homólogo argentino, Felipe Solá, con el fin de expresarle su sorpresa respecto a los comentarios que efectuó el Presidente Alberto Fernández en un programa de televisión, en que aludió a situaciones internas de Chile”, dice la misiva del Ministerio de Relaciones Exteriores trasandino.
“A este respecto, junto con manifestarle su extrañeza sobre estos comentarios, Ribera le precisó la conveniencia de no emitir opiniones sobre situaciones de política interna de los respectivos países. El Canciller Ribera le hizo además presente que en Chile existe un pleno Estado de Derecho y que, en ese marco, no es el Presidente de la República, sino las policías, el Ministerio Público y los Tribunales de Justicia, las instituciones que cuentan con atribuciones para detener, investigar, juzgar y condenar a los responsables de delitos”, agrega el comunicado y concluye: “Ambos cancilleres acordaron reunirse prontamente con el fin de abordar la agenda binacional”.
