El Economista - 70 años
Versión digital

jue 28 Mar

BUE 22°C

Como innovar siendo pyme

04 diciembre de 2019

Por Diego Dubini Director del Area Pyme de Seidor Argentina

Las pymes suelen nacer a partir del sueño de los emprendedores. Y cuando el sueño se concreta, en su éxito formaron una empresa y ellos mismos se convirtieron en empresarios que asumieron diferentes títulos en su historia: Gerente General, Socio, Presidente, Fundador, CEO y/o Director General. Todos títulos válidos hasta ahora, porque en la época actual el rol que se necesita es el de “innovador de la empresa”.

¿Por qué lo digo? El éxito en los negocios está dado generalmente por los resultados, desde los económicos hasta los más blandos: reconocimiento social, familiar, industrial, trascendencia, liderazgo, calidad y servicio. La continuidad del éxito hoy sólo puede asegurarse en empresas que generen ambientes propicios para la innovación.

La continuidad del éxito hoy sólo puede asegurarse en empresas que generen ambientes propicios para la innovación.

Así es como debe nacer en las pymes un nuevo rol. Es el del CINO: Chief Innovation Officer. Una persona que cuide el desarrollo de la empresa pensando, explorando y probando nuevos modelos de negocios que aseguren no sólo la continuidad de la empresa sino también su éxito. Nadie mejor que el número 1 de la firma para asumir esta nueva figura.

Pero para ser CINO hay que dejar de correr. Esto significa separarse de la operación diaria, delegar el día a día al número dos y volver a las bases del emprendedorismo que llevó a la empresa a donde está hoy. No es compatible correr e innovar. Se necesitar estar liviano, flexible y con capacidad creativa. Simplificar es la nueva palabra clave.

En ese nuevo escenario, el número uno debe organizar el negocio estandarizando, automatizando y los sistemas de gestión juegan un rol clave y el Número 2 debe tomar la posta del nuevo estándar.

El CINO deberá formarse en estrategias de innovación, técnicas para fallar rápido y barato, para corregir y buscar el modelo de negocio exitoso. En ese nuevo camino hay una buena y otra mala noticia. La mala es que generalmente es difícil hacerlo solo. La buena es que hoy es posible tener la ayuda profesional de expertos que asesoren en este proceso.

Para ser CINO hay que dejar de correr, separarse de la operación diaria, delegar el día a día al Número 2 y volver a las bases del emprendedorismo.

Formar un equipo mixto de asesores externos con el CINO es totalmente factible y muchas veces recomendable. Se logra objetividad y educación en la nueva cultura que se quiere adquirir. En las pymes es incluso un recurso más económico que contratar un equipo interno. Incluso cumple mejor la premisa de armar un PMV ?Producto Mínimo Viable? en el primer objetivo de innovar, es decir, armar la Oficina de Innovación.

Al igual que cuando se formó la empresa, la Oficina de Innovación será toda una aventura. Habrá que desaprender muchos conceptos y aprender otros tantos. Explorar puede ser arriesgado, pero es parte de la aventura de los emprendedores?mejor dicho, de los innovadores.

Muchos empresarios empiezan a sensibilizarse respecto de la innovación para subsistir. Y como siempre, los primeros tendrán ventajas. Una empresa es inteligente cuando aprovecha su experiencia y ahí las pymes tienen mucho capital.

Entonces, mi recomendación para todas las pequeñas y medianas empresas que quieran innovar es: como empresas inteligentes, deberán aprovechar su agilidad de tamaño para simplificarse, estandarizarse, dejar de correr, formar la oficina de innovación y prepararse para la próxima generación de negocios. A todos mis colegas empresarios pymes, les deseo muchos éxitos en esta nueva etapa de CINOS.

En esta nota

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés