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Un escenario político incierto para la transición y el 2020: las reflexiones de Berensztein, Fraga y Burdman

Berensztein, Fraga y Burdman reflexionaron sobre el mapa poselectoral, la transición, las chances de lograr acuerdos y la crisis, en un encuentro organizado por la Academia de Ciencias Morales y Políticas y El Economista

01 noviembre de 2019

Los equilibrios políticos, el dificultoso trabajo de transición, el manejo de la crisis económica, los futuros liderazgos y las condiciones para generar acuerdos de gobernabilidad estuvieron bajo la lupa ayer, en la Academia de Ciencias Morales y Políticas. Varias incógnitas quedaron planteadas en el análisis que aportaron sobre estos temas los analistas políticos Sergio Berensztein, Rosendo Fraga y Julio Burdman. El resultado electoral del domingo, que consagró a Alberto Fernández por una diferencia menor a la esperada dibujó un mapa que deja alternativas abiertas y varias incertidumbres.

Para Berensztein, las líneas de reflexión que surgen del triunfo del candidato del Frente de Todos y los primeros días tras esa victoria tienen que ver con el equilibrio del sistema político, la evaluación de la incipiente transición con el gobierno del presidente Mauricio Macri y el manejo de la crisis económica que vive el país.

Berensztein, que fue el primer expositor de la jornada en el edificio de la Avenida Alvear, afirmó que “el domingo dejó un sistema político más equilibrado de lo que pensábamos” y que se trata de “un sistema político obligado a negociar”. Basándose en los ocho puntos de distancia entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, consideró que “la sensación es de alivio para Macri, y de enorme preocupación para Alberto Fernández”.

Ante los académicos y el público que asistió a la charla, que la Academia de Ciencias Morales y Políticas y El Economista organizaron en conjunto, Berensztein dijo que esa preocupación del Presidente electo tiene que ver con la diferencia obtenida, más escasa que la esperada. “Para aplacar las tensiones internas del Frente de Todos, un 'hiperpresidente Fernández' hubiera tenido más autoridad”, indicó. En su análisis, afirmó que de las urnas surgieron liderazgos a tener en cuenta en la dinámica política que se viene: “Emergen (el gobernador electo de Santa Fe, Omar) Perotti; (el gobernador electo de Chaco, Jorge) Capitanich, por su vínculo con Cristina, y (el gobernador reelecto de Tucumán, Juan) Manzur, por el vínculo con Alberto y con industrias como la farmacéutica”. Agregó que Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Alfredo Cornejo, Mario Negri y Martín Lousteau son figuras fortalecidas en el actual oficialismo mientras que, en el peronismo, consideró a Axel Kicillof un “enigma”.

“La capacidad de Macri de liderar la coalición opositora es una incógnita. Hay una competencia interna no menor con Larreta, Lousteau y Vidal”, agregó Berensztein.

La cuestión de los liderazgos, según Fraga, no quedó zanjada en los comicios. “Hubo un triunfo claro de Alberto Fernández, contundente fue el de Kicillof o el de Larreta. No se resolvieron liderazgos en el campo peronista, ni en Cambiemos”, evaluó. Esa definición de liderazgos inconclusa derivó en otro planteo del director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría: “Si se plantea el acuerdo entre Macri y Cristina, suena casi imposible. Si se plantea entre Alberto Fernández y Larreta, me parece posible. La convergencia de los moderados es posible de lograr, no la de los extremos”.

“La transición comenzó con ingenuidad, que se junten los equipos no garantiza el éxito”, señaló Sergio Berensztein.

La posibilidad de alcanzar acuerdos fue el centro de la disertación de Julio Burdman, analista político y director de Observatorio Electoral Consultores. Tras señalar que el acuerdo político es una cuestión que “no tiene muchos precedentes en Argentina”, se mostró escéptico. “Venimos de la grieta, las bases de confianza política para el pacto vienen debilitadas”, destacó.

Burdman se enfocó en la figura de Macri y su implicancia para el diálogo. “Si Macri sigue ahí, es indispensable en el diálogo”, sintetizó. Sin embargo, planteó reparos basados en la cultura política argentina, en la que los presidentes cargan responsabilidades sobre sus antecesores: “Dado que Macri no va a tener posibilidad de sentarse a esa mesa (de diálogo) porque va a ser el culpable de todo, la posibilidad del acuerdo entre partidos va a ser de baja intensidad”.

Otro punto que puso de relieve Burdman es el de posibles choques dentro del Frente de Todos. “Alberto Fernández puede tener conflictos con el kirchnerismo y va a poder recostarse sobre el Frente Renovador y los gobernadores. Pero tiene más que negociar con los gobernadores que con el kirchnerismo, por lo que recostarse sobre ese sector moderado puede ser una idea engañosa”, advirtió.

“¿Cómo va a hacer Alberto Fernández para construir un peronismo de centro?”, se preguntó Burdman a partir de las tensiones que puede experimentar el frente justicialista. “Va a tener que inventar algún tipo de liderazgo. Fernández y Kicillof no son jefes políticos, como sus antecesores. La centralidad de Cristina será muy grande”, vaticinó.

La transición y la crisis

“Ingenuidad” fue una de las palabras que utilizó Berensztein a la hora de referirse al análisis que observa sobre la incipiente transición entre Macri y Fernández. “La transición comenzó con ingenuidad, que se junten los equipos no garantiza el éxito”, señaló. “La crisis económica es tan grande que no hay tiempo que perder, hay que tomar decisiones inminentes”, aseveró, para agregar que se está “minimizando el riesgo de la transición”. Cuestionó que Fernández “se va de viaje (se verá con el presidente mexicano) y cree que puede tomar el tema en diez días”, y señaló que “Macri, como líder de la oposición, no tiene incentivos para cooperar”.

Enseguida, enlazó con el manejo de la crisis que deberá encarar el presidente electo, otro punto en el que trazó un panorama de complejidad e incertidumbre, a tono con el clima que sobrevoló durante todo el debate en la Academia de Ciencias Morales y Políticas. “Veo un gobierno que llega con un diagnóstico simplista de la crisis, se parece al Cambiemos de 2015. La diferencia es que Cambiemos tenía técnicos de buena formación; no veo el mismo capital humano. Va a ser un gobierno de tensión interna. Por ahora, se imponen los moderados a los radicalizados”, sostuvo Berensztein, quien prepara las presentaciones de su libro “¿Somos todos peronistas?, del idealismo al pragmatismo”.

“Venimos de la grieta, las bases de confianza política para un pacto vienen debilitadas”, destacó Julio Burdman.

Fraga coincidió con Berensztein en cuanto a los reparos sobre la transición. “Sin un acuerdo para pagar los costos, será difícil de manejar. No es cierto que el saludo entre Macri y Fernández sea algo que es la primera vez que sucede. Sorprende la foto si miramos los últimos diez años; no si miramos desde 1983”, dijo y recordó que fueron cordiales las transiciones entre Raúl Alfonsín y Carlos Menem, y entre el riojano y Fernando De la Rúa.

Para Fraga, académico de número de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, el manejo de la crisis será muy complejo para el gobierno de Alberto Fernández. Al analizar ese punto se refirió a la dinámica interna del frente justicialista que ganó las elecciones, pero también al escenario internacional y su vinculación con la situación económica local.

Sobre la dinámica interna que tendrá el poder albertista con Cristina como gran referente, dejó una advertencia. “El peronismo no tiene experiencia de bicefalia en el poder. Hay un solo precedente, que es el de Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde en 2003. El primer gabinete fue compartido, y Kirchner se emancipó de Duhalde en 2005, cuando Cristina le gana a Hilda 'Chiche' Duhalde en la provincia (de Buenos Aires, en la categoría senadores). Quien condujo ese proceso fue Alberto Fernández, que era jefe de Gabinete de Kirchner”, recordó.

Con la economía en la mira, Fraga no olvidó las relaciones exteriores y anudó los dos tópicos. “El gobierno (de Fernández) tiene que resolver la política exterior antes que la económica. Sin acertar en política exterior, no hay chance de acertar en economía”, subrayó el analista político. El ojo de Fraga se posó sobre las “advertencias del secretario del Tesoro de Estados Unidos”, Steven Mnuchin, quien anteayer recordó que el país tiene un compromiso con el FMI y que espera que Alberto lo cumpla. También subrayó la importancia para Fernández de la próxima reunión que tendrá el Grupo de Puebla, en Buenos Aires, el 8 de noviembre, cuando llegarán a suelo porteño “Dilma Rousseff, Rafael Correa, José 'Pepe' Mujica y José Luis Rodríguez Zapatero”, entre otros. Las preguntas de los académicos y el público permitieron algunas reflexiones más de Fraga y Burdman, que dejaron en claro que la etapa que se abre es de desafíos e incertidumbre.

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