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Julián Zícari: "Si Macri hubiese conseguido todo el financiamiento que pensaba, era reelecto"

17 noviembre de 2019

Julián Zícari, economista e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y del Instituto Gino Germani (Universidad de Buenos Aires), en diálogo con El Economista, da su visión de que el próximo Gobierno tendrá que "bailar con la más fea" y se muestra sorprendido por la calma de los sectores financieros tras las últimas medidas del macrismo, de quien dice que calculó muy mal su escenario internacional.

Zícari es también Doctor en Ciencias Sociales, Magíster y Especialista en Historia Económica. Licenciado en las carreras de Historia y Psicología por la UBA. Y se encuentra finalizando su licenciatura en Filosofía también en la UBA, donde además es profesor.

El autor del libro "Camino al colapso. Cómo los argentinos llegamos al 2001", también sostiene que Alberto va a avanzar sobre el comercio exterior y que los caminos que se vienen son muy estrechos. Deja en claro su vínculo con Cristina Kirchner, y hace foco en la crisis internacional de 2008 como detonante de los últimos estallidos.

En varias entrevistas que le realizaron este año quedó demostrado su capacidad para ver el futuro. La pregunta ahora, es si se imaginaba este final tormentoso pero con cierta calma financiera y la venida de un gobierno que se perfila progresista con Alberto Fernández a la cabeza.

Lo que uno suele ver en las crisis es que cuando se desata lo peor después de alguna manera la situación tiende a estabilizarse. En un principio me imaginaba que podría haber corridas, el cepo me parecía que era inevitable, default o reperfilamiento también, ya todo eso pasó. Incluso me parece que la subida del dólar fue mucho más lejos de lo previsto, se exageró. Al subir tanto se le empieza a complicar al Central poder sostenerlo porque ya está demasiado alto, de hecho el paralelo tiende a bajar. Llama la atención, igualmente, lo bien que lo tratan los sectores financieros al macrismo considerando que hizo todo lo que realmente les molesta, el cepo, el reperfilamiento, no dar garantías de pago de deuda, tener una mala relación final con el FMI que les soltó la mano.

¿Cómo ve la economía de la era Fernández? 

La economía de Alberto la veo muy difícil, le toca bailar con la más fea a todo nivel. Ojalá le salga bien, lo que pasa es que aún en un muy bien escenario las cosas no pintan bien porque calculo que va a tardar un año en reactivar la economía, se podrían ver señales en este sentido a partir del tercer trimestre del 2020 y tampoco van a ser grandes señales. Desacelerar los niveles de inflación en el que está el país va a tardar bastante, la mejora en los ingresos también. Y además no tiene el mejor contexto. Pensemos que la minoría en Diputados será Cambiemos y van a estar todo el tiempo marcándole la cancha y no van a colaborar, sumado a la situación regional que le va a jugar muy en contra, con Estados Unidos también. Las tormentas en el mundo se van a profundizar, las guerras arancelarias y comerciales van a seguir, no va a haber un repunte de los precios internacionales, y va a estar muy ahogado sobre todo financieramente tanto por el lado de la deuda privada como del FMI.

https://www.youtube.com/watch?v=rCKXqm5dVWY

¿Por qué falló el programa económico de Macri?

Lo esencial es que falló porque fue un modelo que calculó muy mal su escenario internacional y realizó un pésimo cálculo del escenario financiero. Ellos pensaban que iban a poder endeudarse hasta 2023. Hace dos años la economía tuvo cierto rebote, creció, recuperaron  algo los salarios, se desaceleró la inflación, parecía que el "Sí, se puede" funcionaba pero de inmediato que se cortó el endeudamiento, se pegó la piña. En enero fue la última colocación de deuda que tuvieron, en abril la corrida y listo ya está, se cerraron los mercados internacionales y ahora a los tumbos con devaluación, corridas, depender del FMI, ajuste tras ajuste, shocks inflacionarios. Todo ese fracaso de la segunda mitad del Gobierno de Macri tiene que ver con eso. Pese a todo estos problemas, Macri tuvo el 40% de los votos, si hubiese conseguido todo el financiamiento que pensaban, obviamente era reelecto. Hasta marzo de 2018 lo que se discutía en los medios era quién iba a ser el vice de Macri, si Michetti otra vez, si Stanley, si algún radical, porque todo el mundo daba por hecho que Macri iba a tener la reelección.

En una nota de este año declaró que Argentina es un caso único en dólares por habitante, es el segundo país del mundo en tener dólares físicos detrás de Estados Unidos, que es el que los produce. ¿Cree que vamos hacia una dolarización de la economía en Argentina?

Siempre se presiona por eso, desde fines de los '80 hubo un intento de hacerlo, Menem sobre el final de su mandato lo intentó, después de la crisis del 2001 se volvió a intentar dolarizar con más fuerza que nunca, incluso durante el Gobierno de Duhalde, ahora de nuevo está la idea. Es imposible por muchísimas cuestiones económicas, estructurales y judiciales. Por empezar, la Constitución lo prohíbe, tampoco hay un bloque político con la fuerza para avanzar con ese proyecto. Pero claramente la Argentina es un régimen especial, único en el mundo, y la lógica bimonetaria no existe, es muy compleja. La dolarización existe, no total, pero sí como un espectro central del funcionamiento de nuestra economía.

Algunos analistas dicen que no hay muchas más opciones que emitir para reactivar la economía. ¿Coincide con la vuelta de la "maquinita"?

No necesariamente se resuelve con más emisión, porque si uno ve donde va la plata en este momento con reasignar partidas, poner plata en lugares concretos... Por ejemplo, hasta ahora se estaban pagando tasas anualizadas por las Leliq de 100% anual. Si vos en cambio planteás el mismo sistema de encajes pero no remunerados, esa plata la volcás en sectores de la población que tienen una propensión al consumo fuerte, eso va a generar una mejora económica sin dudas en esos sectores y cierta reactivación, por lo menos que empiecen a liquidar stocks los negocios cercanos. Alberto lo que va a empezar a hacer es dar señales muy claras para estabilizar el tipo de cambio. Eso en el mediano y corto plazo también va a generar una reactivación muy importante porque además hay un superávit comercial muy fuerte en este momento en la Argentina. Estamos hablando de niveles de US$ 13.000 millones, incluso los más optimistas están diciendo US$ 16.000 millones. Esto te da una reactivación y una promoción para el complejo agroexportador y sojero muy importante. Sin dudas, Alberto va a avanzar sobre el comercio exterior con cierta nacionalización o la vuelta del IAPI o retenciones, el nombre que quieras, pero algo de eso va a pasar. Porque le va a permitir capturar dólares, aún en el shock inflacionario, y que los ingresos fiscales se vayan recomponiendo. Entonces con esta reactivación no va a pasar todo por la expansión monetaria, incluso si aumentara un poco la masa circulante, que es necesaria ya que hoy las pymes por ejemplo están descontando cheques a 130% y es una locura, o sea, es necesario bajar esos niveles, el mercado está demandando pesos.

Qué variantes ve para poder afrontar los vencimientos que se vienen de acá a cuatro años. En una nota señaló que creía que el próximo Gobierno "deberá construir una ingeniería financiera muy fuerte para conseguir dinero. Acaso sea mejor cambiar de deudor. Es decir, gestionar nuevos créditos para pagar lo del FMI".

Los caminos son muy estrechos. Hay que ver en qué condiciones se asume teniendo en cuenta también el contexto regional, cómo se terminará resolviendo la situación, qué va a pasar con Brasil, incluso qué va a pasar con Donald Trump con el juicio político que puede afrontar, todos esos elementos serán muy importantes para pensar el escenario financiero de Argentina. Hay una opción, que la veo difícil, y sería un default de lleno, parecido al del 2001, con un período de gracia de tres o cuatro años sin pagar. También está el escenario que hablaron algunos miembros del equipo de Alberto que decían de pagar solo los intereses al FMI, y el capital algún día veremos. Respecto del FMI, apenas ganó Alberto el que primero lo saludó fue el Secretario de Tesoro norteamericano, Steven Mnuchin, que le dijo que Argentina tiene que pagar todo. Y Trump lo saludó recién cinco días después, en una señal política de que el apoyo no será total. Entonces son señales de que Estados Unidos va a condicionar muchísimo la economía argentina, y la estrategia es que Argentina no se acerque ni refuerce su vínculo con China. Por eso una opción posible es construir una ingeniería financiera para conseguir fondos, pagarle todo al FMI y sacarlo de encima pero también lo veo complicado porque no veo la predisposición ni de China ni de Rusia para ayudarnos y tener una mala relación con EE.UU. por un país que no le importa mucho a nadie.

  

Entonces, ¿cabe la posibilidad de no pagar la deuda en los próximos cuatro años, donde hay US$ 140.000 millones de vencimientos?

Por más que use todas las reservas no llega a pagarla. No hay posibilidades. Y como se suele decir, los muertos no pagan deudas. Primero Argentina tiene que recuperarse, crecer, desarrollar una estrategia viable, a mediano y largo plazo, y que haga posible que el país siga creciendo, que siga incorporando dólares, pero bajo este esquema es imposible pagar esa deuda. Entonces es necesario negociar fuerte y dar un volantazo económico muy pronunciado porque este esquema es insostenible para todos, para el país y para los acreedores.

¿Cuál es su visión sobre la vuelta del cepo? Alberto ya dio señales de que después del 10 va a seguir y quizás se endurezca aún más.

Sí, la vuelta al cepo va a durar para siempre, me parece. Macri se jactaba desde afuera que se puede tener un gobierno sin cepo. Bueno, ya demostró que es imposible. El máximo liberalismo posible de este país que era el Gobierno de Macri demuestra que no hay manera, Argentina no puede convivir con un esquema de liberalización financiera total. Eso es muy peligroso y además es inviable. Lo que hay que ver es bajo qué esquema seguir. Creo que hay que pasar a uno alternativo, incluso un desdoblamiento cambiario, bajo una ley del Congreso donde todos los actores coincidan y muestren consenso en admitir que no se puede vivir sin cepo en un país periférico como Argentina, tan frágil en su comercio exterior, tan dolarizado en sus esquemas de funcionamiento, no puede darse el lujo de rifar sus divisas que son indispensables para el crecimiento y el desarrollo.

La inflación es uno de los grandes temas que tendrá que resolver el próximo Gobierno... 

Lo más probable es que el esquema de inflación de Alberto sea terminar su Gobierno en niveles de inflación del 20-25%, ese es un buen objetivo teniendo en cuenta que Macri la deja en torno al 60%. Lo que era el esquema final de los 12 años del kirchnerismo con una inflación promedio del 25% y paritarias todos los años entre 28 y 30%, con la excepción del 2014 donde las paritarias perdieron. No creo que sea una inflación de un dígito ni inflación cero pero una del 25% es tolerable y funciona.

Se habló en un sitio de noticias que era uno de los economistas favoritos de la expresidente Cristina Kirchner, luego del tuit que le dedicó por su libro "Camino al colapso: cómo llegamos los argentinos al 2001".

Por lo menos a mi no me consta eso de ser el preferido o el más escuchado por Cristina, y no lo creo para nada. Es una noticia que le sirvió para vender a un sitio.

https://twitter.com/cfkargentina/status/1046431107997208576?lang=es

Por último, ¿cómo ve el frente externo, con esta sucesión de estallidos sociales violentos en la región y a nivel mundial que en algunos casos llevan meses de protestas?

Lo que veo es que son estallidos ligados a las consecuencias de la salida de la crisis internacional de 2008. Desde 2011 para acá lo que están haciendo las grandes potencias es descargar los costos de la crisis sobre la periferia con las guerras comerciales, cerrándose, la caída de los precios internacionales, políticas mucho más agresivas, la caída del consumo, que está afectando muy seriamente a América Latina. El nivel de tensión entre las potencias es muy preocupante. El kirchnerismo lo que hizo en 2011 fue cerrar a ultranza la economía para no descargar los costos de la crisis sobre la población y el mercado interno. Brasil hizo lo contrario, con un ajuste que le costó la destitución a Dilma y un descalabro político, una anarquía total, por más que haya ganado Bolsonaro no creo que termine su mandato, me parece que va a terminar muy parecido a Collor de Mello. Veo muy incierto el futuro del continente, no sé que va a pasar con Bolivia, Ecuador, Uruguay, Chile, incluso con Argentina. Además está sucediendo un avance muy fuerte de los autoritarismos con una degradación profunda de las instituciones, de la democracia y de la tolerancia al otro en todo el mundo, que tiene que ver con las consecuencias de la crisis financiera de 2008.

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