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Estiman que crecerá el desequilibrio monetario en 2020

25 noviembre de 2019

Tras un 2019 muy complejo para la economía argentina, se prevé que el próximo año será aún más difícil en esta materia. Así lo señalaron desde la consultora Economía & Regiones, cuyo economista jefe es Diego Giacomini. En un reciente informe, estiman que Alberto Fernández comenzará seguramente su Gobierno aplicando un programa económico de políticas fiscal y monetaria expansivas.

“Por el lado fiscal, no hay dudas de que el programa del próximo Gobierno implicará más Estado. Es decir, más intervencionismo, más gasto, más subsidios y mayor incentivación del consumo y la demanda agregada. En este marco, hay certeza que la presión tributaria aumentará, ya que se necesitarán más recursos fiscales para evitar que el déficit fiscal se desborde”, explicaron.

Por el lado de la política monetaria, agregaron, en un contexto de caída de la demanda de dinero y creciente “repudio por el peso”, el cual acelera la inflación, al próximo Gobierno “no le temblará el pulso a la hora de expandir la oferta monetaria”.

“Con repudio creciente por el peso, más oferta monetaria será un bidón de nafta para la caída de la demanda de dinero. Se potenciará el desequilibrio monetario, presionando sobre el tipo de cambio y la inflación. El dólar paralelo y la brecha cambiaria subirán más. La inflación también”, aseveraron.

“En este marco, si asumimos que aplican probablemente un crawling peg al tipo de cambio oficial dentro del cepo, dicho ritmo devaluatorio también deberá aumentar. Por consiguiente, pensamos que, en el mejor de los casos, un acuerdo de precios y salarios sólo podrá impedir y morigerar la suba de la inflación tan sólo en el cortísimo plazo y por un tiempo acotado, logrando una estabilización transitoria que se terminaría abortando más temprano que tarde”, agregaron.

Es decir, según el análisis, el acuerdo de precios y salarios lograría desacelerar la inflación sólo por un lapso corto. “Como muestra la evidencia empírica de más de 4.000 años, los controles de precios y salarios terminarían fracasando y la inflación subiendo nuevamente. En pocas palabras, la política fiscal y la política monetaria actuarán como una doble toma de yudo que enviará la inversión al piso, dejándola inmovilizada de cara contra la lona”, ejemplificaron.

De acuerdo con el informe, la política fiscal del próximo Gobierno ahogará más al sector privado, por lo cual será más difícil para las empresas hacer negocios y ganar dinero. Por lo tanto, la inversión y la acumulación de capital seguirán en descenso, y consecuentemente la economía y la generación de riqueza seguirán disminuyendo.

“Pensamos que 2020 será un año probablemente más complicado que 2019, tanto en términos de la economía real, como en relación a la economía monetaria (dólar e inflación). Desde nuestro punto de vista, la política fiscal expansiva de estimulación de la demanda agregada podría generar, en el mejor de los casos, un pequeño rebote de corto plazo que más temprano que tarde terminará implicando (necesariamente) mayores costos en el mediano y largo plazo”, aseguraron.

Al mismo tiempo, la política de control de precios y salarios, junto a una política monetaria expansiva, señalan, podría lograr “a lo sumo” una estabilización transitoria de corto plazo, que más temprano que tarde terminaría “abortándose”. “Lo más sensato sería descontar un 2020 con más inflación y peor nivel de actividad que 2019”, concluyeron.

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