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Secco: “Un pacto requiere que todos cedan y cumplan su palabra”

Alejandro Radonjic 21 octubre de 2019

Entrevista a Luis Secco Economista Por Alejandro Radonjic

“Hoy no sabemos de donde van a salir los recursos para pagar el déficit y la deuda. Tenés que generar algo que cambie la geografía, opere como un shock de confianza y los acreedores están dispuestos a financiar nuevamente a Argentina”, dice Luis Secco en el marco del 55° Coloquio de IDEA. Ante El Economista, habla de esta y otras cuestiones que hoy afligen a la economía.

¿Cómo describe el clima del 55° Coloquio de IDEA?

Hay frustración e incertidumbre, que es muy grande. Hoy hay varios escenarios de probabilidades similares, pero muy contrapuestos entre sí. Aun dando por descontado el triunfo de Alberto Fernández. Una gran pregunta es qué hacer con los pesos y donde se “parkean” en un contexto de cepo y con la industria de los FCI muy golpeada tras el reperfilamiento. La tendencia de crecimiento de la brecha cambiaria, como hemos visto estos días, llegó para quedarse hasta fin de 2019, por lo menos.

Entremos en ese escenario político que descuenta el mercado: el triunfo de Alberto.

Una gran fuente de incertidumbre, que abarca a ambos gobiernos, tiene que ver con cómo financiás un agujero, en pesos, de 20-25% de la base monetaria. Esa es la emisión que tenés desde acá hasta fin de año. Entre $250.000 y $27.000 millones.

¿Van a emitir?

¿Quién lo va a financiar si no? No hay fuentes de financiamiento ni luce factible. Hay que emitirlos. Es casi inevitable. Cuando el balance del BCRA se empieza a deteriorar, y hay muchos pesos dando vueltas pero poco sustento detrás, sube la desconfianza y baja la demanda de dinero. Eso vino a atacar, en parte, el BCRA con el cepo, es decir, generar una demanda artificial de pesos. Si a esa demanda de dinero baja le metés una emisión de las características que hablamos, tenes un sendero de inflación y brecha ascendentes. Eso será un tema importante para seguir en enero y febrero, cuando arranca el reflujo de la base y se da vuelta el aumento de la demanda de dinero de fin de año.

El Tesoro está desahuciado, ¿y la economía real?

A diferencia de lo que estaba implícito en los pronósticos, el cuarto trimestre será negativo y eso, además, te deja un arrastre negativo para 2020. Por eso, de hecho, están bajando las proyecciones. Puede ser que veamos caídas cercanas a dos dígitos en la industria, y algo menor para la economía en general.

¿Qué ancla se necesita para estabilizar la macro?

La secuencia ideal sería acordar con el FMI, homologar el programa y allí plantear la estrategia de renegociación de la deuda con privados. Lo que no quiere el mercado es tener más de una renegociación, como en 2001, cuando hicimos un canje en junio, otro en noviembre y después defaulteamos. Todo esto va a demorar y eso no ayuda, pero hay que esperar, como decía, a la relación con el FMI.

¿Cómo está analizando las primeras señales del albertismo?

Los que rodean a Fernández subestiman la macroeconomía. También lo hizo Mauricio Macri. El candidato del Frente de Todos y sus asesores sobreestiman la capacidad de la política para resolver problemas. Fernández es peronista, tendrá poder territorial y manejos de ambas cámaras, ¿pero se animará a desindexar las jubilaciones, las transferencias sociales y los salarios públicos en enero de 2020? Me permito dudar.

¿Cómo explica el 2020 a sus clientes?

El escenario más probable es uno con aceleración inflacionaria a finales de 2019 y comienzos de 2020 y sin crecimiento. Pero la gran pregunta es qué viene después y entonces se abren caminos binarios. Hay un escenario de estabilización virtuoso, previo pacto social, renegociación de la deuda y con poca heterodoxia pero, también, uno más intervencionista, regulacionista y complejo. Esto último escenario es el más temido. ¿Cuál es el más probable? No lo sé.

Hablaba recién del acuerdo o pacto social, un tema que sobrevoló todo el Coloquio de IDEA. ¿Lo ve factible y qué se precisa para que prospere?

Hemos tenido diversos pactos e intentos de coordinanción de expectativas en el pasado. ¿Por qué no funcionaron? Porque el Estado no cumplió con su palabra de acompañar las pautas con su propio gasto. También, porque fueron violados por los sindicatos. Si no hay un acuerdo sobre cuánto cederá cada uno, y cumplirlo, el pacto no va a durar. Si nadie quiere ceder, o cede por un tiempo, fallará el pacto. Eso fue lo que pasó.

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