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Salta el dólar blue, ceden los bonos y la Bolsa se salva

Los inversores se pusieron más nerviosos, aceleraron la salida de fondos, vendieron bonos en pesos y de ley local, y compraron dólares fuga. El tipo de cambio oficial sigue subiendo lento, pero los otros pegan un salto. Los bonos están con un cuadro híper selectivo, y la Bolsa aguanta.

18 octubre de 2019

Por Luis Varela

Cuando queda una sola rueda para el último debate presidencial del domingo próximo en la Facultad de derecho y cuando faltan seis ruedas de negocios para la elección presidencial del 27 de octubre, el mercado financiero argentino entró ayer en una aceleración, tal como preveían los expertos.

Y, tal como se esperaba, el sacudón se concretó a través del mercado cambiario. El tipo de cambio minorista oficial subió ayer 16 centavos hasta $ 60,59, el blue trepó nada menos que $ 4 pesos, hasta $ 67,50. Y el denominado contado con liquidación saltó $ 5,35 hasta $ 73,83.

Fiel a la estrategia que viene realizando, el Banco Central perdió ayer reservas por US$ 50 millones y se quedó con US$ 47.594 millones. Con eso logró que el dólar mayorista subiera apenas 2 centavos, hasta $ 58,32, por lo que la brecha entre el tipo de cambio que controla el comercio exterior con el dólar fuga se amplió hasta el 26,6%, lo cual indica que es muy probable que deban aparecer nuevas decisiones cambiarias en cualquier momento.

Después de que el ministro Hernán Lacunza advirtiera que el reperfilamiento de la deuda va a tener que hacerse muy rápido, el mercado entendió que el Banco Central se está quedando sin reservas y, con eso, el volumen operado en títulos públicos se duplicó, con muchos inversores moviéndose para la puerta de salida.

El 80% de lo operado en bonos se transó en cuatro títulos: AY24 57%, TC20X 8%, A2M2X 7% y AA22X 7%. Con eso hubo un movimiento hiperselectivo, con subas del 4% al 7,8% para los bonos PARY,A2E2, NO20, AA22, A2E2C, PMJ21, TVPP, AC17, AA25, CO26,DIA0, DICA y TJ20C. Y caídas del 4% al 9% para los bonos A2M2Z, BD2C9, AA25C, PAA0D, AA22Z, BPLDD, TC20Z, TC25P, AA22Y, AO20C, AF20D y AY24C.

En suma, el riesgo país subió apenas 2 unidades, hasta 2.015 puntos básicos, esencialmente porque hubo un traslado de muchos inversores, que aban

donaron los bonos en pesos y los bonos ley argentina, para colocarse en bonos en dólares, ley de Nueva York, que requieren de mayoría de acuerdos para conseguir una reformulación que no termine en un juicio.

Esto sucedió mientras los mercados bursátiles internacionales tuvieron un día bastante calmo. Los índices de Wall Street subieron entre 0,1% y 0,4%, con la Bolsa de San Pablo 0,4% abajo y la de México achicando apenas 0,1%.

Paradójicamente, a la Bolsa de Buenos Aires no le fue tan mal. En el mercado empiezan a rodar todo tipo de rumores sobre las políticas que aplicaría Alberto Fernández, promoviendo exportaciones, y respaldando a las empresas para sostener el empleo, y con eso a las acciones ayer les fue bien.

La Bolsa de Buenos Aires terminó con una suba del 4%, con un volumen operado más alto, de $ 962 millones. Muy selectivo, el 80% de lo operado en acciones se transó en seis papeles: Galicia reunió el 29% del total operado, Petrobras Brasil el 24% e YPF el 17%.

Con ese marco hubo subas del 5% al 11,4% para Phoenix, Consultatio, YPF, Loma Negra, Irsa, Banco Macro, Camuzzi, Introductora y TGS. Mientras que hubo bajas del 1% al 4% para Grupo Oeste, Ausol, Carboclor e Inversora Juramento.

A pesar de la suba del dólar y de la fluctuación en bonos y en acciones, el Banco Central continuó con su descompresión de tasas de interés. Por Leliq pagó 58% anual y, con eso, los bancos pagaron en plazos fijos 53% anual por plata chica y 56% anual por plata grande.

Con semejante cimbronazo, intentando adivinar el futuro, los expertos en finanzas reunidos en el encuentro anual de la Exposición de Inversiones de Rosario (Einros 19), intensificaron ayer sus debates para buscar estrategias que permitan quedar bien parados en 2020, un año que se presenta con enormes desafíos.

Por supuesto, mirando lo que sucedía con el dólar, hubo opiniones de todos los colores, aunque es difícil poder saber con precisión qué es lo que piensa el promedio de los 600 concurrentes a esta reunión. Ya lo dijo uno de los disertantes, Joaquín Morales Solá: ni los encuestadores saben lo que pasa, en las encuestas presenciales 8 de cada 10 personas no dice por quien va a votar.

Así y todo, la sensación general parece creer que Alberto Fernández será el nuevo presidente y que se viene un 2020 repleto de desafíos.

El planteo fue el siguiente: “¿Sabemos los argentinos dónde estamos parados? En 2015, al asumir, los de Cambiemos creían que arreglaban todo sin despeinarse el jopo. Pero no cambiaron nada, y chocamos. Y ahora, todos ven una catástrofe. ¿No pecamos de exagerados?”

Y para apagar toda esperanza, los expertos empezaron a disparar cada uno de 200 datos de la durísima realidad que viene. Que las pocas reservas. Que la financiación inexistente. Que los vencimientos que vienen. Que la masa de pesos que caerá sobre la economía y la inflación.

Tapado por los escombros de los datos irrefutables, un optimista comentó: “Cuando era chico mi mamá me decía que si me preocupaba mucho por algo y me preparaba bien, después las cosas no iban a resultar tan mal. Frente a eso, los financistas lo miraron con una sonrisa compasiva. Y siguieron con sus debates.

Por eso, una de las discusiones centrales del día fue analizar los retos que tendrán las empresas frente a la economía que viene. Se recordó que pasamos muchas crisis, pero lo diferente de esta es que es una letanía, ya lleva 17 meses y con tasas de quebranto, y todavía tiene que llegar el nuevo Gobierno, con medidas correctivas, y que funcionen.

En suma, mirando hacia 2020 los expertos creen que no hay margen para el error. Creen que hay que reactivar la demanda sin subir los impuestos. En medio de una gran incertidumbre, se viene una avalancha de cambios, y el consejo principal para las pymes será responder rápido a los cambios que vayan llegando.

Y otro de los concurrentes a esta exposición fue el economista Juan Carlos De Pablo, quien recordó que estamos en campaña y que nos candidatos no dicen lo que van a hacer, sino lo que les permite seguir en la pelea por los votos.

“Todos miran la reacción de la gente. Todos saben que si se quiere hacer un reperfilamiento absurdo no nos van a dar la menor bola. Estaremos pendientes del primer discurso de Alberto, si es que gana, el 27 de octubre. Ahí va a dar muestras de cuál va a ser su relación con Cristina y La Cámpora. Recién después de eso, que es lo principal, vendrá cuál va a ser su programa y su ministro de Economía”.

De Pablo dijo que la primera tarea de Alberto será tomar medidas que logren el apoyo de la gente que tiene dinero para ayudarlo. Los verdaderos empresarios no quieren medidas específicas, esperan que los dejen laburar.

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