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Las estrategias ante las elecciones generales del 12-D

30 octubre de 2019

Por Juan Nascimbene

Londres. - El primer ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, ganó su primera votación en el Parlamento el 29 de octubre cuando se aprobó la convocatoria a elecciones generales para el 12 de diciembre.

Los principales contendientes serán el Partido Conservador, el Partido Laborista, el Partido Liberal Demócrata y el Partido del Brexit. Sin duda, el punto central de la elección es Brexit y las identidades partidarias se deberán reconfigurar en consecuencia.

Recordemos que en 2016 hubo un referéndum en Gran Bretaña en el que 51,89% de la población se pronunció a favor de abandonar la Unión Europea (UE). Esto llevó a la renuncia del entonces primer ministro conservador David Cameron y a la asunción de Theresa May del mismo signo político como sucesora.

May negoció dos acuerdos de salida con la UE que fueron rechazados por el Parlamento y, por eso, terminó renunciando el 9 de junio.  Consiguientemente, el Partido Conservador eligió al exalcalde de Londres y gran promotor del Brexit (Johnson) para liderar el partido convirtiéndose en el primer ministro de Gran Bretaña.

Johnson prometió irse de la UE “do or die” (“a matar o morir”) el 31 de octubre de 2019, el plazo impuesto por la UE. Pero se encontró con varios obstáculos políticos y judiciales que lo obligaron a pedir una prórroga hasta el 31 de enero de 2020. A su vez, dada la pérdida de su capital político por la renuncia de varios de miembros del Parlamento de su partido, propuso llamar a elecciones para el 12 de diciembre.

En este momento, según los sondeos, hay cuatro partidos con chances de sumar varios escaños en el Parlamento: los conservadores (con el 37% de los votos), los laboristas (con 25%), los liberales demócratas (con 17%) y el partido del Brexit (con 10%). En el sistema parlamentario inglés cada distrito elige a su propio “miembro del Parlamento”: no hay elecciones nacionales unificadas.

Por lo general, las elecciones en Gran Bretaña se disputaban entre los conservadores y los laboristas en función de sus posiciones a nivel interno. Pero el 12 de diciembre el factor decisorio será Brexit sí o Brexit no. En otras palabras, se dirimirá entre aquellos que están a favor de irse de la Unión Europea más abruptamente y aquellos que no quieren hacerlo o que desean un proceso más gradual.

En el primer campo se ubica el Partido Conservador liderado por Johnson y naturalmente, como su nombre lo indica, el partido del Brexit. En el segundo grupo (a favor de quedarse en la UE) se encuentran los liberales demócratas que ya anunciaron que son partidarios de llamar a un segundo referéndum.

La gran incógnita, sin embargo, es la posición del Partido Laborista. En la última convención del laborismo, no se adoptó una posición oficial respecto del Brexit dado que en grandes regiones donde el laborismo es fuerte ganó mayoritariamente el voto a favor del Brexit. Empero, en un contexto donde el Brexit divide a la población, el laborismo corre el riesgo de perder varios votos adoptando esta tesitura.

La falta de una posición clara por parte del líder del partido laborista, Jeremy Corbyn, ha producido una migración en la intención de votos a favor del partido liberal demócrata. En efecto, en abril pasado el laborismo tenía una intención de voto del 34% mientras que la de los liberales demócratas sólo era del 10%. Pero en junio, la diferencia se redujo a 24% contra 18%.

La situación inversa se dio entre el partido del Brexit y los conservadores. En junio, luego de no obtener el apoyo del Parlamento para el acuerdo de salida con la UE en dos oportunidades, la intención de voto de los conservadores giraba alrededor del 21% y la del partido del Brexit en el 22%. Con la asunción de Johnson y la adopción de una posición dura a favor del Brexit, la intención de voto a favor del partido del Brexit se redujo al 10% y la del Partido Conservador subió hasta 37%.

Este fenómeno perjudica aún más la posición de Corbyn y la de su partido en un país donde la opinión pública sigue muy dividida con relación al Brexit con algunas encuestas recientes  señalando una virtual paridad entre los que están favor y los que están en contra.

A la hora de votar, los ciudadanos se guían por diversas razones e intereses. Sin embargo, las elecciones del 12 de diciembre en Gran Bretaña se perfilan como una especie de segundo plebiscito sobre el Brexit, uno de los tantos temas divisorios en este mundo progresivamente dicotómico.

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