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Incertidumbre: los inversores desensillan hasta que aclare

Los tenedores de fondos creen que Alberto Fernández será el próximo Presidente y por eso, la salida del mercado local sigue. El dólar, en todas sus formas libres, dio un salto. Y las acciones y los bonos retrocedieron. Se mantendría esa tendencia hasta el lunes 28, cuando todo cambiaría.

21 octubre de 2019

Por Luis Varela 

En línea con lo que se esperaba (por lo menos desde que se conoció el resultado de las PASO), el mercado argentino profundizó en las últimas ruedas la salida de los inversores, provocando una suba en los dólares libres, al tiempo que la cotización de las acciones y los bonos argentinos volvieron a apuntar hacia abajo.

La dirección principal que están tomando los inversores es desensillar hasta que aclare. Es decir, salir de posiciones argentinas, hasta que se conozca al que será el Presidente que estará a cargo entre 2019 y 2023. Y si el ganador es Alberto Fernández los tenedores de dinero seguirán lo más afuera posible de las garras de la Casa Rosada, por lo menos hasta que se conozca qué medidas impulsará.

Por eso, luego del segundo debate presidencial, a cinco ruedas de negocios de la decisiva elección del 27 de octubre y a 51 días (36 ruedas de negocios) del aún lejano (casi remoto) cambio de mando del 10 de diciembre, el mercado argentino se debate en medio de un gran pantano de incertidumbre.

El mercado parece convencido de que el ganador de la elección será Fernández y por eso, los inversores aceleraron su salida del mercado argentino. Mientras el Gobierno, en modo electoral, y con el cepo cambiario en marcha, siguió llevando al dólar oficial en un lentísimo crowling peg, es decir moviendo el precio del billete con microdevaluaciones diarias, en línea con los datos de inflación, los dólares libres pegaron un salto.

En números concretos, el dólar oficial terminó el viernes a $ 60,73, con el dólar mayorista en $ 58,35. Por supuesto, son valores para operaciones limitadas: en negocios de comercio exterior o con las “personas humanas” pudiendo comprar sólo hasta US$ 10.000 por mes.

Con este cepo limitado, que sin lugar a dudas será ampliado no bien se conozca cual es el nuevo Presidente, volvió a crecer la entrega de reservas que está obligado a hacer el Banco Central. Después de las PASO y antes del cepo se iban del BCRA más de US$ 300 millones por día. En la segunda semana de octubre se fueron US$ 70 millones por rueda. Y la semana pasada, con la elección más cerca, volvieron a irse US$ 100 millones por día hábil.

Esas cifras fueron las anotadas en los canales oficiales. Pero la realidad de la calle fue completamente diferente. El dólar blue saltó hasta un valor récord de $ 65,25 (con una brecha de casi 8% contra el dólar oficial) y el contado con liquidación (precio que surge de utilizar los bonos para sacar dinero del país) se estiró hasta $ 73,83 (con una brecha del 26% respecto del dólar mayorista).

Increíblemente, en un mundo sin inflación y con tasas de interés por el piso, Argentina tiene una inflación del 50% anual, y las tasas de interés en pesos oscilan entre 50% y 200%. Todo producto del terror de los tenedores de dinero, que escapan de este mercado, compran dólares y, a su vez, el valor dólar desequilibra todas las cosas medidas en pesos.

Lo paradójico es que en la semana que acaba de terminar el dólar bajó en casi todo el mundo, menos en Argentina. El denominado contado con liquidación saltó 7,9%, el blue subió 2,8% y el dólar oficial subió 0,7%, con el billete verde subiendo apenas 0,2% en un Chile que se incendia... Pero después, a

lo largo de las últimas cinco ruedas de negocios el dólar estuvo sin cambios en Brasil y en Japón, bajó 0,1% en China, retrocedió 1,1% contra el euro, achicó 1,3% contra el franco suizo y se desplomó 2,7% contra la libra esterlina.

O sea, con el principio de acuerdo entre Estados Unidos y China, y con el Brexit todavía sin resolver pero encontrando algo de luz, el dólar se desinfla en todas partes y a la vez hace estallar a Argentina, con tasas de interés impagables. En el exterior las tasas de interés oscilan entre el -0,6% anual (Suiza) y el 7% (México), pero Argentina tiene 15% anual en dólares y se paga entre 53 y 57% anual en pesos y por prestar dinero se llega a cobrar hasta 200% anual.

Semejante momento, también como se esperaba, hizo bajar otra vez el valor de los activos financieros argentinos. Las acciones y los bonos volvieron a bajar, pero algo menores a las esperadas, ya que varios expertos aseguran que el mercado todavía se ilusiona con algún balotaje, y que cuando se confirme que Alberto es el presidente se desencadenará otro golpe para las acciones y los títulos públicos locales.

De hecho, en la última semana los activos cayeron pero no tanto. Los bonos retrocedieron 2,3% la semana pasada y el riesgo país volvió a subir hasta 2.057 puntos básicos, lo cual nos pone completamente fuera de carrera a la hora de ser un mercado con chances de conseguir financiamiento voluntario internacional.

Y las acciones argentinas cayeron en línea con eso. En la semana, la Bolsa de Tokio pegó un salto del 3,2%, mientras que el resto de los mercados (Frankfurt, Chile, San Pablo y Madrid) subieron entre 0,4% y 1%, Nueva York avanzó 0,2%, México bajó 0,1%. Y el índice de la Bolsa de Buenos Aires subió 0,5% en pesos, pero medido en dólares se desplomó 2,2%, casi como los bonos.

Pendientes del debate presidencial que se desarrolló anoche, el mercado inicia hoy la última semana anterior a la elección del 27 de octubre. Y desde el lunes 28 los movimientos serán completamente diferentes. Si gana Alberto, la huida se acentuará. Y si hay balotaje, puede haber otros resultados.

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