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Fernández le bajó el tono a su propuesta de subir Bienes Personales

El candidato presidencial del kirchnerismo aclaró sus dichos, aunque la propuesta sigue siendo negativa según especialistas

09 octubre de 2019

El candidato a la presidencia por el Frente de Todos, Alberto Fernández, salió a aclarar ayer que su propuesta de aumentar el impuesto a los Bienes Personales requiere de “un estudio mayor”, luego de que durante los últimos días en un par de oportunidades anunciara su intención de incrementar en su eventual Gobierno la presión impositiva por medio de las tasas de ese tributo para reducir el déficit fiscal, y afirmó que se aplicaría sobre los que más patrimonio tienen y no sobre la clase media.

“Bienes Personales no es un impuesto que tenga que pagar un ciudadano de clase media que tiene un auto y una casa. Lo tienen que pagar las fortunas mayores en Argentina, que no lo pagan”, aseguró Fernández en declaraciones radiales, e indicó que sus dichos hacían referencia al modelo implementado por Uruguay, que en su proceso corregir las cuentas públicas aumentó ese gravamen.

“Uruguay tenía un déficit primario como el de Argentina, y logró tener superávit porque cambió el sistema impositivo y gravó los Bienes Personales, algo que creo que debería hacerse en Argentina porque Macri lo eliminó”, aseguró el candidato kirchnerista al ser consultado sobre una eventual reforma impositiva en caso de que sea elegido Presidente.

Sin embargo, tal como lo indicó El Economista en la edición de ayer, la propuesta de Fernández puede generar un efecto negativo, según especialistas en temas tributarios, que advierten que, además de sumar presión a una carga tributaria que en el país ya es muy pesada, aumentar este impuesto a los grandes contribuyentes los impulsaría a relocalizar sus bienes para evitar el tributo, que finalmente terminaría recayendo sobre la clase media y produciría un efecto contrario al buscado.

Respecto a la comparación con el caso uruguayo, que en los últimos días ha tomado protagonismo porque Fernández lo señaló como referencia para la reestructuración de la deuda y la salida del déficit, los especialistas destacan que hay notables diferencias con el país vecino en materia de impuestos al patrimonio: allí no se tributa sobre los bienes radicados en el exterior y el mínimo no imponible es de US$ 112.000 aproximadamente, un monto casi cuatro veces superior que el punto de partida para tributar los Bienes Personales en Argentina (US$ 33.000 dólares, aproximadamente).

Por otra parte, los tributaristas afirman que la incidencia de este impuesto sobre la recaudación global no es muy significativa, por lo que no influiría mucho

en la búsqueda de eliminar el déficit fiscal. De acuerdo con los datos de la Afip, hasta el mes pasado la recaudación por Bienes Personales acumuló en lo que va del año casi $ 19 millones, lo cual, con el esquema de alícuotas actual, representa apenas un poco más de 0,52% sobre el total de la recaudación que registra el organismo.

Esquema actual

El esquema actual del impuesto por Bienes Personales en Argentina contempla un mínimo no imponible de $ 2.000.000. A partir de ese monto, se debe pagar una alícuota por el excedente: desde $ 0 hasta $ 3.000.000 de más, el impuesto es de 0,25%; hasta 18.000.000 inclusive, el tributo es de $ 7.500 más 0,50%; de ahí en adelante, el impuesto es de $ 82.500 más 0,75%.

Para el caso particular de los bienes encuadrados como “casa habitación”, es decir, para casas residenciales, el esquema impositivo tipo un piso mayor: desde hace un año, el Senado implementó una modificación al respecto y estableció un mínimo no imponible de 18.000.000 para estas propiedades, a lo que se suma el mínimo no imponible de $ 2.000.000 que aplica como regla general, por lo que finalmente el impuesto abarca para estos bienes a partir de los $ 20.000.000.

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