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¿Continuarán "juntos por el cambio" a partir del 10 de diciembre?

29 octubre de 2019

La discusión sobre si Juntos por el Cambio iba a poder constituirse alguna vez en una coalición de gobierno ya no tendrá sentido en el llano. Será, a partir del domingo y sobre todo el 10 de diciembre, una coalición política (y opositora) bastante flexible con acotados niveles de coordinación. Es decir, no habrá un liderazgo único y cada uno de los partidos que la integrarán deberá definir el suyo. La estrategia de Mauricio Macri una vez en el llano será un tema clave. Además, en los sistemas presidencialistas no existe la figura de jefe de la oposición, que es propia de los regímenes parlamentarios.

En el terreno electoral, hasta 2023 Juntos por el Cambio no tendrá necesidad de definir una oferta nacional porque en las legislativas de 2021 prevalecen las lógicas y realidades locales para el armado de las listas. Ya no habrá una lapicera ordenadora en la Casa Rosada.

Juntos por el Cambio seguirá manteniendo sus interbloques en ambas cámaras del Congreso que fue en el espacio en el que mejor funcionó como coalición.

La relación entre los dos partidos relevantes que integran la coalición también se modificará porque la correlación de fuerzas cambió por completo. La UCR gobernará tres distritos contra uno del PRO, aunque se tratará nada menos que de la CABA. El radicalismo prevalecerá en el número de senadores y la representación en la Cámara Baja será muy similar. Los radicales tendrán más intendencias en el país aunque el PRO tendrá varias grandes en el interior de la provincia de Buenos Aires y en el GBA. Pero ya no estarán Macri y María Eugenia Vidal, que bloqueaban cualquier debate en torno a las dos principales candidaturas del país.

También habrá cambios hacia el interior de las fuerzas. En la UCR tomará estelaridad Alfredo Cornejo, que llegará al Congreso con el respaldo de los triunfos en Mendoza, tanto a nivel local como nacional. También habrá que seguir la trayectoria de Martín Lousteau entre los senadores. Habrá mucho debate interno sobre el papel que desempeñó la UCR en la coalición durante los últimos cuatro años. Y las posiciones serán muy disímiles.

En el caso del PRO, crecen las acciones de Horacio Rodríguez Larreta mientras que María Eugenia Vidal deberá redefinir su perfil político luego de una dura derrota por una diferencia abultada que no pudo reducir significativamente entre las primarias y las generales. Además de la decisión personal de Macri, cuyo esfuerzo final fue valorado, en el universo amarillo se debatirá qué rol deberá ocupar el fundador del espacio en los nuevos tiempos. Tampoco faltará el debate interno sobre los errores cometidos que llevaron a una gestión económica fallida que fue determinante para el resultado electoral.

Lilita Carrió, la otra socia de Juntos por el Cambio, demostró eficacia en la tarea de cuestionar al kirchnerismo pero fue un factor conflictivo en la gestión de gobierno, alimentó la grieta y no aportó poder territorial en las elecciones. Y por ello, los demás socios de la colación no están dispuestos a darle un papel preponderante en la etapa que se inicia.

De todas maneras, los incentivos para mantener Juntos por el Cambio son muchos porque el sistema político argentino retomó un formato bipartidista, o bifrentista, y como se demostró en 2015 y en 2019, la unidad es clave para ganar elecciones.

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