“El hambre es algo que debe conmovernos y que debemos afrontar entre todos. Es un derecho de cualquier argentino estar bien alimentado para que tengamos futuro como sociedad”, sostuvo Alberto Fernández días pasados, cuando aseguró que su equipo de trabajo le estaba dando los últimos retoques a su programa para revertir esta situación. “Ningún número cierra si deja argentinos afuera”, volvió a repetir en San Juan, en el mismo sentido. “Vivimos en un país capaz de producir alimentos para 300 millones de personas. ¿Por qué no libramos la batalla épica de terminar con el hambre en Argentina?”, se preguntó luego en una entrevista radial.
El plan que presentará hoy se llama “Argentina sin hambre”, precisamente. Y tendrá como escenario a la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, como forma de interpelar a los cuadros técnicos del sector agropecuario y proponerlos como protagonistas en su eventual gobierno. El candidato del Frente de Todos recompuso relaciones con las entidades del sector, pero quedan resabios de los encontronazos del pasado. El país necesita de las divisas que el sector produce y teme que se pueda producir un incremento en los derechos de exportación como compensar arcas exiguas.
El diputado nacional Daniel Arroyo tuvo a su cargo buena parte de la tarea. Los trazos gruesos, por lo menos. Y es la voz del Frente de Todos en estos temas. “Existe un problema de hambre en un país que produce alimentos en abundancia. Comer tiene que ser barato en la Argentina. No puede ser un privilegio”, repite el diputado de Red por Argentina y posible ministro de Desarrollo Social de Alberto. Obra pública intensiva, créditos a tasas bajas e intervención para sostener los precios de la canasta básica son algunas de las propuestas que integran ese paquete de medidas.
Obra pública intensiva, créditos a tasas bajas e intervención para sostener los precios serán algunas de las propuestas.
Fernández pretende que el programa tenga un “amplio consenso” y que sea complementario con el “acuerdo social” que promueve para los primeros 180 días de gestión, con la CGT y la Unión Industrial como principales interlocutores. El posible jefe de Gabinente de Alberto, Santiago Cafiero, coordina el trabajo entre las distintas áreas y será uno de los que secundarán al candidato en el acto de hoy. También estará presente Victoria Paz Tolosa, con posibilidades también de formar parte del organigrama de gobierno.
En la presentación de hoy también está previsto que Fernández insista en la necesidad de avanzar en una ley de góndolas, como forma de controlar el precio de los principales productos de la canasta básica. Existen siete proyectos en Diputados, sin que ninguno haya podido discutirse en el recinto. La iniciativa es resistida por el empresariado. Sobre todo, la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios, una de las patas fuertes de la UIA. Fortalecer los centros de comercialización descentralizados es otra de las iniciativas dando vueltas. “El plan necesitará la colaboración de empresarios, el aporte de científicos del Conicet y de universidades, de los productores, de toda la cadena comercial, de los sindicalistas y de los formadores de precios”, sostienen en el Frente de Todos.
Tras la presentación de la iniciativa, Fernández recibirá en sus oficinas de la calle México, en San Telmo, al ingeniero uruguayo Daniel Carlos Martínez Villamil, candidato presidencial del Frente Amplio. Fernández ha manifestado en varias oportunidades sintonía política con las políticas del espacio que gobierno el vecino país desde hace tres períodos presidenciales. En términos de política interna, pero también regional.
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Liturgia peronista
En candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, participará mañana en un homenaje a Juan Perón, en el aniversario de su nacimiento, y como parte de la campaña. Será en la sede del Partido Justicialista. Fernández será recibido por el presidente del partido, José Luis Gioja, y por los integrantes de la Mesa de Acción Política del PJ. En tanto, prepara un acto con Cristina Kirchner para el 17 de octubre, otra de las fechas emblemáticas del peronismo. Santa Rosa, capital de La Pampa, como ciudad anfitriona. Allí el gobernador saliente, Carlos Verna, y el gobernador electo, Sergio Ziliotto, serán los organizadores. La Pampa fue una de las provincias que dio comienzo a la unidad del peronismo.
