Esta semana, el Indec informará sobre la inflación de agosto, que según estimaciones privadas se habría ubicado por encima de 4%, producto de la fuerte suba del dólar que se generó tras los resultados de las elecciones primarias y que impactó directamente en los precios, revirtiendo la tendencia a la baja que se venía observando en los últimos cuatro meses y que antes de las PASO proyectaba para el octavo mes del año una inflación general en torno a 2%.
Según la consultora Ecolatina, el promedio simple de la variación de precios de los bienes de consumo masivo (alimentos y bebidas, artículos para el hogar y artículos de cuidado personal) vendidos en cadenas de supermercados entre la primera quincena de julio y el mismo periodo de agosto fue 1,3%, un alza que se ubicaba por debajo del registrado durante el período anterior y que mostraba un lento proceso de desinflación.
El estudio indica que el incremento de todo agosto en este segmento, en promedio, fue de 5,2% respecto al mes previo. Sin embargo, el análisis señala una importante variación de los precios entre los productos a los que el Gobierno autorizó eliminarles el IVA (que implementó días después de las elecciones primarias para mitigar el efecto de la devaluación post-PASO) en comparación con el resto de los artículos.
El relevamiento de Ecolatina indica que los rubros que quedaron por fuera de la medida oficial habrían aumentado su precio 7,5% en relación a julio, mientras que en los productos alcanzados por la eliminación del IVA se detectó una caída de precios, que habría sido de -0,8%.
“Podemos considerar que la medida fue exitosa en su objetivo de compensar parcialmente la degradación de ingresos reales que sufrió buena parte de la población”, afirmó Ecolatina, y señaló que hay que tener en cuenta que la medida se tomó en una quincena en la que el tipo de cambio aumentó más de 20%, por lo que la reducción de precios nominales implicó una importante reducción del precio relativo de estos productos.
El análisis explica que “de los diez grupos que mostraron deflación durante la segunda quincena del mes, nueve responden a aquellos beneficiados por la quita del IVA”. También señala que, a la vez, “prácticamente todos los grupos que desaceleraron su variación respecto a la primer quincena fueron grupos alcanzados por la medida, mientras que el resto se aceleró”.
“Dentro de aquellos afectados, sólo harina de trigo y yogur muestran aumentos significativos. En el primer caso, el salto cambiario arrastró al precio del trigo (bien dolarizado) y, por lo tanto, de la harina. Es por esto que el aumento, si bien significativo, es menor al que se hubiera registrado si la medida no se hubiera llevado adelante”, explicó la consultora en su informe.
El estudio señala que si bien el impacto de la medida fue “positivo” en los supermercados, no lo fue en el canal tradicional (autoservicios y almacenes): en estos comercios no observaron una reducción en ninguno de los grupos relevados, “lo cual implica que estos comercios aprovecharon el crédito fiscal para recomponer márgenes en un contexto de ventas muy deprimidas”.
“Dado que esta medida se aplicó sobre bienes de primera necesidad que hacen a buena parte de la estructura de consumo de las familias más vulnerables, es necesario plantear la posibilidad de continuar con la misma en la medida que el espacio fiscal así lo permita”, concluyó Ecolatina.
