La calificadora de riesgos Fitch advierte que los tenedores de bonos en dólares soberanos tendrán que aceptar una quita de sus inversiones bajo el plan de reestructuración de la deuda soberana del país, según dijo hoy uno de los analistas de la agencia.
El mes pasado, el Gobierno anunció planes para extender los vencimientos de la deuda de alrededor de US$ 100.000 millones. Fitch cree que la medida implicará un recorte tanto de la deuda local como en dólares, ya que el endeudamiento del Gobierno, que representa alrededor del 90% del PIB, no es sostenible, dijo Charles Seville, director senior de la calificadora.
“Uno de los problemas que ha tenido Argentina es que sus necesidades de refinanciamiento han sido muy altas en el lado interno, por lo que la deuda se acortó cada vez más y se hizo más difícil de refinanciar con vencimientos largos”, dijo a Reuters. “Eso seguirá siendo una vulnerabilidad”, añadió.
Después de rebajar la deuda a “incumplimiento restringido” con la decisión del Gobierno de extender algunos vencimientos de la deuda, Fitch mejoró la calificación nacional a “CC” tras del pago de instrumentos a corto plazo el 30 de agosto.
Según dijo Seville, el ganador de las elecciones presidenciales de octubre, posiblemente Alberto Fernández, enfrenta una gran consolidación fiscal que podría ser más alta que la estimación del FMI de 3 o 4 puntos porcentuales del PIB. “Eso requiere reformas a la seguridad social y otras áreas que no han sido tocadas. Es una de las razones por las que creemos que los tenedores de bonos tendrán que hacer una contribución”, dijo.
“El FMI, que se ha mantenido bastante callado hasta ahora, está hablando claramente con la administración y la posible administración entrante. Habiendo firmado hasta ahora la sostenibilidad de la deuda bien puede decidir que si va a seguir involucrado, los tenedores de bonos también necesitan proporcionar algo de financiación”, agregó.
El Gobierno acordó con el FMI una línea de crédito por US$ 57.000 millones el año pasado y el organismo necesita tomar una decisión sobre la liberación del último tramo de esos fondos. El desembolso, inicialmente establecido para este mes, está puesto en duda por la derrota de Macri en las PASO y los controles de capital que se establecieron posteriormente para contener la devaluación.
