En el segundo trimestre de este año, el Producto Bruto Interno (PIB) mostró un crecimiento de 0,6% con relación al mismo período del año anterior. El nivel del PIB fue 12,8% más alto en comparación con el primer trimestre.
La medición desestacionalizada respecto al primer trimestre, arrojó una variación negativa de 0,3%, mientras que la tendencia ciclo mostró una variación positiva de 0,1%.
La evolución macroeconómica del segundo trimestre determinó una caída de 4,6% en la oferta global (medida a precios del año 2004) con respecto al mismo período del año anterior, debido a la suba de 0,6% del PIB y a la baja de 22,7% en las importaciones de bienes y servicios reales.
En la demanda global se observó una disminución de 18% en la formación bruta de capital fijo, el consumo privado cayó 7,7%, el consumo público 1,7% y las exportaciones de bienes y servicios reales registraron un crecimiento de 15,0%.
En términos desestacionalizados, con respecto al primer trimestre de 2019, las importaciones disminuyeron 2,7%, el consumo privado mantuvo su nivel, el consumo público cayó 0,8%, la formación bruta de capital fijo creció 1,5% mientras que las exportaciones se contrajeron 0,6%.
"Esperamos que la actividad en el tercer trimestre caiga en forma más pronunciada en torno al 1% trimestre contra trimestre, traccionada por la inestabilidad en el mercado de cambios y la aceleración de la inflación", adelantaron desde LCG.
Asimismo, advirtieron que respecto a las otras recesiones, esta se presenta más profunda y duradera: "Aún no hay certezas que se revierta la situación en forma continua y pronunciada".
La consultora proyecta una caída en torno al 3,8% para 2019 debido a la demora en la desaceleración de la inflación, las elevadas tasas de interés y el escenario electoral que despierta un comportamiento precautorio.
