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El Gobierno reflota consenso con oposición para sumar certezas

Lacunza y el ala política ganaron terreno en la pelea interna y negocian en el Congreso Nacional los respaldos necesarios

03 septiembre de 2019

“El Gobierno decidió buscar consensos políticos antes de enviar el proyecto de deuda al Senado, por lo que se suspenderá la presencia del ministro para generar el diálogo correspondiente”. Con este mensaje en su cuenta de Twitter, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, anunció la suspensión de la visita del ministro de Hacienda, Hernán Lacunza a la Comisión Bicameral de Seguimiento y Control de la Gestión de Contratación y Pago de la Deuda Exterior de la Nación. Y también la negociación en curso entre el oficialismo malherido políticamente y distintos sectores de la oposición, con el Frente de Todos como interlocutor imprescindible.

Con ese texto, Pinedo publicó una fotografía que tuvo tanto o más peso. Allí estaban Lacunza, protagonista de la mayoría de las decisiones del Gobierno desde que asumió, y varios de los dirigentes que habían quedado relegados en la estrategia electoral y la conformación de las listas. Por caso, Rogelio Frigerio, clave en la negociación con los gobernadores, el mismo Pinedo y, sobre todo, Emilio Monzó, a quien se creyó (o aún se cree) con un pie afuera de Cambiemos o Juntos por el Cambio. Con ellos estaba el candidato a vicepresidente del frente oficialista, Miguel Angel Pichetto, otrora vehículo entre el oficialismo, los mandatarios provinciales y buena parte del peronismo más componedor.

La imagen, en ese sentido, se leyó como un triunfo parcial, acotado, de la llamada ala política frente a los sectores más duros del Gobierno, aquellos que pretendían persistir con la lógica de campaña previa y la polarización con el Frente de Todos, más allá del resultado de las elecciones. Y menos autocríticas de las debidas. La ausencia del jefe de Gabinete, Marcos Peña, resulta sintomática. Fue el más apuntado a la hora de cuestionar la estrategia electoral oficialista como portador de los diagnósticos del Gobierno.

Las negociaciones se dan en varios frentes, a la espera de que no sean dinamitados por los sectores más duros del Gobierno.

Lacunza iba a presentarse ante la bicameral presidida por el senador formoseño José Mayans este miércoles desde las 15, para exponer sobre las medidas que tomó el Gobierno respecto de la reprogramación (o reperfilamiento) de las deudas externa e interna, en particular sobre el proyecto de ley anunciado sobre la extensión voluntaria de los plazos de la deuda local. De esta manera, el Gobierno gana tiempo para negociar con la oposición o puertas adentro. Ayer, por caso, había muchos que se preguntaban si el reaparecido Emilio Monzó participaba en tanto presidente de la Cámara de Diputados y parte del esquema legislativo de Juntos por el Cambio, o si lo hacía como interlocutor privilegiado del Frente de Todos.

Las negociaciones se dan en varios frentes a la vez, a la espera de que no sean dinamitados por los sectores más duros del Gobierno. Con los gobernadores, como se dijo, está al frente Frigerio, de buena relación con la mayoría de ellos y buena cintura política. Mientras que Pinedo y Monzó estarán a cargo de los puentes con los distintos bloques en sus respectivas cámaras. La conclusión previa que sacaron en ese encuentro fue que el proyecto, tal como estaba pensado, estaba condenado al fracaso parlamentario, si no se daba una instancia de consulta previa con los distintos bloques de la oposición. De todos modos, Lacunza sostuvo que el Gobierno tiene “diálogo abierto con todos los actores de la oposición”, pero aclaró que las medidas anunciadas este domingo “no fueron consensuadas”, aunque “sí compartidas en un dialogo institucional”.

Por la tarde, el Gobierno hizo su primera evaluación de la marcha de las medidas con una reunión de su Mesa de Acción Política de la que participó el presidente Mauricio Macri. “Hay confianza de que estos efectos positivos se van a ir consolidando, es muy importante el rol del ministro Lacunza comunicando y transmitiendo a la sociedad la necesidad de tranquilidad. Los bancos están sólidos y la gente no tiene que correr a buscar los dólares”, señaló Pichetto, también participante de este encuentro, a los periodistas acreditados en la Casa Rosada. En esa reunión no estuvieron Monzó y Pinedo, pero sí Lacunza y Frigerio, a los que se les sumó la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal; el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; y la de Seguridad, Patricia Bullrich. Además de varios socios de la coalición, como el gobernador jujeño, Gerardo Morales, el presidente del interbloque de diputados del oficialismo, Mario Negri, y la diputada Elisa Carrió.

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