El Departamento de Comercio de Estados Unidos informó que los gastos en consumos personales crecieron en agosto sólo el 0,1% con relación al mes anterior. Se trató del menor incremento desde febrero y mostró una desaceleración frente a la expansión de julio que había sido de 0,5%.
Es un dato que tiene un fuerte impacto económico porque el consumo representa dos tercios del PIB. Según la consultora privada Macroeconomic Advisers, el crecimiento de la economía en este tercer trimestre sería de 2,1%, mientras que en el primero fue de 3,1% y en el segundo de 2%. La desaceleración de la economía global y los conflictos comerciales son las causas invocadas para explicar está expansión moderada del nivel de actividad aunque, de todas maneras, duplica a la de la zona euro.
Por otra parte, se informó que el índice de precios de los gastos en consumos personales, que es la medida de inflación que toma en cuenta la Reserva Federal para definir su política monetaria, tuvo una suba interanual de 1,44% en agosto (el mismo nivel que en julio), claramente por debajo de la meta de 2%. Pero otros indicadores, más recientes, muestran que la inflación está en un nivel más alto y por eso hay opiniones divergentes sobre cuál es el camino que tiene que seguir la Fed en materia de tasas de interés.
También se informó que las ordenes de bienes durables, excluidos los relacionados con la defensa y los aviones, que dan una pauta sobre el nivel de la inversión privada, cayeron 0,2% en agosto con relación al mes anterior.
Pese a las señales económicas mixtas, el índice de confianza de los consumidores que elabora la Universidad de Michigan mostró una mejora en septiembre con relación a agosto y pasó de 89,8 puntos a 93,2.
