Con las medidas de corte social que tomó el Gobierno Nacional tras la derrota en las primarias, crece la preocupación en las provincias ante la creciente falta de recursos y el agrandamiento del déficit.
“La crisis económica nacional afecta a todos: Estado Nacional, provincial y los municipios”, así razonó el ministro de Hacienda de la provincia de Córdoba, Osvaldo Giordano respecto del rumbo de la economía.
Aunque los funcionarios cordobeses no lo reconozcan públicamente, en la provincia crece la preocupación ante la posibilidad de cerrar el año con déficit fiscal.
Días atrás, 15 provincia peronistas se presentaron ante la Corte Suprema por las medidas adoptadas por Mauricio Macri, las que impactan en la masa de recursos coparticipable, afectando las arcas de las provincias. Paradójicamente, Córdoba es una de las provincias que no se presentó, producto de la buena relación política que Juan Schiaretti mantiene con la Casa Rosada.
La devaluación, la inflación y principalmente su impacto en el aumento de los alimentos generan preocupación en los mandatarios provinciales, los que dicen contar cada vez con menos recursos para afrontar la crisis.
El miércoles, ocho ministros provinciales del área de Desarrollo Social, firmaron una petición ante el Gobierno solicitando la declaración de la Emergencia Alimentaria en línea con lo que sucede con los bloques de la oposición en Diputados.
La provincia de Chubut, fue en los últimos días centro de momentos de tensión. Con el recientemente reelecto gobernador Mariano Arcioni, la provincia patagónica encuentra dificultades para hacer frente al pago de salarios a los empleados estatales lo que derivó en un enfrentamiento entre los gremios docentes e integrantes del sindicato petrolero.
A semanas de ser anunciadas, es difícil mesurar los alcances del impacto fiscal que podrían tener las medidas del Gobierno en las arcas provinciales, pero mientras el deterioro social se incrementa las provincias cuentan con menos recursos para hacer frente al escenario.
