Por Luis Varela
Contando las horas para la elección presidencial (faltan 38 días, 28 ruedas de negocios, para el 27 de octubre) tanto ahorristas, como inversores, operadores, funcionarios oficiales y oposición se mueven en sus sillas comprendiendo que los efectos del cepo cambiario está fomentando una olla a presión, que pone cada vez más tensión sobre el dólar, con tasas de interés impagables, y volúmenes de negocios en acciones y bonos que se van achicando como si fueran una piel de zapa.
Mientras se conocían noticias muy negativas, como que la empresa Musimundo cerró once locales y despidió a más de 120 trabajadores en las últimas 24 horas, o directamente que la canasta básica subió 3,4 % en agosto, por lo que una familia necesitó $ 33.013 para no ser pobre, ayer el mercado cambiario argentino volvió a tener los nueve dólares con tendencia de negocios inflamados.
El patrón de negocios con divisas llegó desde el exterior, ya que la Fed recortó finalmente 25 puntos básicos su tasa de interés base, en su segunda baja consecutiva tras más de una década. Y con el presidente Donald Trump claramente decepcionado porque esperaba que el recorte de intereses fuera mayor. La preocupación en todas partes tiene que ver con la ralentización de la actividad. De hecho, el Banco Mundial emitió un informe donde dijo que la economía global crecerá menos de lo previsto
A pesar de la baja de intereses confirmada por la Fed, el mundo vivió ayer otro día con el dólar global firme. Subió 0,8% en Brasil, 0,4% contra el euro, 0,3% contra el yen, 0,2% contra el mexicano y 0,1% contra la libra, con baja del 0,1% en Chile.
Y en Argentina, con un control de cambios que está multiplicando negocios especulativos en distintos sectores, el dólar oficial minorista subió 9 centavos hasta $ 59,15, el blue saltó 75 centavos hasta $ 62,75, el dólar Mep llegó a $ 65 y el contado con liquidación se estiró hasta $ 70,16. De ese modo, la brecha entre oficial y blue se estiró hasta el 6,1%, pero con el ccl la distancia es de casi 19%, por lo que las movidas especulativas se van multiplicando.
Eso sí, hubo una suba de apenas 2 centavos para el dólar mayorista, hasta $ 56,52. Y el Banco Central perdió reservas por apenas US$ 66 millones, hasta US$ 49.814 millones. Y en base a esos movimientos, medidos en pesos, el real bajó 13 centavos hasta $ 13,73, la libra bajó 19 centavos hasta $ 70,39 y el euro bajó 29 centavos hasta $ 62,25.
Con todos esos movimientos de fondo, el Banco Central va piloteando la tormenta, tratando de desactivar la bomba de las tasas de interés. Ayer en las Leliq se pagó una tasa promedio del 83,220%, con máximo del 83,4284%, pero tratando de orientar el joystick, la autoridad monetaria anunció que flexibiliza la meta de la base monetaria, aumentando el piso de la tasa al 78%. Y, detrás de todo esto, se observó una baja mínima para la tasa de los plazos fijos: pagaron 58% por plata chica y 61,5% por plata grande.
Detrás de todos estos movimientos, el mercado local va viendo de qué modo, rueda tras rueda, se van secando los negocios con acciones y bonos, y sólo sobreviven las movidas especulativas que buscan puentear el control de cambios, aprovechando agujeros que generan ganancias, como el bucle, donde tenedores de dólares, compran bonos, los venden en pesos, y con esos pesos se recompran dólares, con ganancias de $ 67.000 por cada US$ 10.000 puestos en juego.
Esto está generando un clima de híperselectividad con los bonos, con una posición global de mayor abundancia de dólares, y riesgo país en descenso para casi toda América Latina, salvo para Argentina y por supuesto para Venezuela. Al cierre de ayer, el riesgo de ese país volaba hasta 12.661 puntos, la Argentina estuvo en 2.084 unidades, con Brasil en apenas 227 puntos, México 207, Uruguay 166 y Perú 92.
Ayer, en Buenos Aires, el 80% de lo operado en bonos se transó en cuatro papeles: el bono AY24 se llevó el 56% de las operaciones totales, el bonoTC20X tuvo el 11% de los negocios, el bono AC17 el 8% y el bono PARY el 5%. Así, con buen volumen operado, hubo un ramillete de resultados para los papeles locales. Con subas del 4% al 9,9% para los bonos PBA25, DICYC, PBY22, A2E8, TJ20Z, TC20, AF20D, AA22 y PARAD. Y desplome del 40% al 66% para los bonos PBY2X, TO23X, A2E7C y A2E8D, y bajas del 6% al 9% para los bonos TVPP y A2E7.
Con un nivel de actividad global decadente, las bolsas del mundo tuvieron un día levemente negativo. Hubo cierre mixto en la Bolsa de Nueva York: con suba del 0,1% para el Dow, cierre sin cambios para el S&P y baja del 0,1% para el Nasdaq. Se registró una caída del 0,1% en la Bolsa de San Pablo y descenso del 0,9% en la de México.
En el mercado local, con pocos negocios ($ 534 millones de pesos), la Bolsa de Buenos Aires cedió 0,3%. EL 80% de las transacciones se hicieron con once papeles: YPF se llevó el 20% de las operaciones y G.F. Galicia concretó el 18% de los negocios.
Con eso, en los extremos, se vio un salto del 20% para Rosenbusch y alzas del 3% al 9% para Phoenix, Juramento, Celulosa, Comercial del Plata, Ferrum, Richmond, Holcim y TGS. Con caída del 8% para Irsa y bajas del 2,5% al 5% para Molinos, Clarín, Patagonia, Costanera,Carboclor Petrobras y Macro. Mientras que los ADR argentinos que cotizan en Nueva York mostraron subas del 1% al 2,7% para Edenor, Cresud, Globant, TGS y Telecom; y bajas del 1% al 4,1% para Irsa I, Macro, Ternium, Galicia, Tenaris e Irsa P.
Finalmente, en commodities, el petróleo retrocedió otro 2,5%, hasta US$ 58,34 dólares por barril. Los metales preciosos estuvieron en baja: el oro retrocedió 0,5% y la onza de plata cayó 1,6%. Los metales básicos actuaron mixtos: el níquel subió 0,8%, el aluminio bajó 0,1% y el cobre cedió 0,2%. En Chicago: el trigo subió 1,1%, el maíz ganó 0,9% y la soja bajó 0,6%. En Rosario: suba del 0,6% para el trigo y baja del 0,4% para la soja. Y se anotó una baja del 1,1% para el bitcoin, con suba para el resto de las criptomonedas.
