Por Pablo Varela
La dura derrota en tierras bonaerenses caló hondo en el ánimo del oficialismo que, todavía aturdido por lo contundente del resultado, intenta recuperarse rediseñando su estrategia para octubre.
Las diferencias de criterio con la Casa Rosada quedaron expuestos el lunes de esta semana cuando la gobernadora María Eugenia Vidal, brindó una conferencia junto a su vice, Daniel Salvador. “Necesitamos más tiempo de reflexión y escucha. Nosotros escuchamos lo que dijeron los bonaerenses ayer (por el domingo) a través de los votos”, sostuvo Vidal en un tono que distó del enojo exhibido por el presidente Mauricio Macri, tras el cierre de los mercados.
En Juntos por el Cambio de la provincia saben que la disputa por la gobernación es una empresa casi imposible, aunque intentarán mejorar la performance electoral en las generales con el objetivo reforzar los bloques legislativos para el año próximo, tanto a nivel bonaerense como nacional. “No queremos que el Congreso se convierta en una escribanía”, razonan en el oficialismo bonaerense.
Además, teniendo en cuenta los números de las primarias, el peronismo recuperaría cerca de veinte municipios hoy gobernados por el oficialismo, lo que daría un drástico giro al mapa de intendencias de la provincia más grande del país, luego del avance operado en 2015.
Según pudo averiguar El Economista, Vidal apunta a mantener una reunión la semana próxima que incluya a su Gabinete, a los legisladores, a los intendentes (69 en total) y los dirigentes “sin tierra”, los que estuvieron lejos de las expectativas de la previa.
“No supimos interpretar a la sociedad. Le dimos obras a personas que no nos estaban pidiendo eso”, según una voz de la UCR.
El encuentro podría darse el miércoles que viene en La Plata, en el marco de un nuevo Foro de Intendentes que sería aprovechado por la gobernadora para analizar en profundidad los resultados y dar un fuerte mensaje de cohesión a su tropa cuando todavía quedan más de dos meses para las generales.
Con una diferencia respecto de su adversario Axel Kicillof, de casi 20 puntos, en el oficialismo buscarán “trabajar desde las intendencias”, como un modo de contrarrestar la “ola celeste” que el domingo pasado copó el mapa de la provincia.
Con al dificultades exhibidas por Macri ya no sólo en el conurbano sino también en el interior, la estrategia se centrará en trabajar desde los municipios.
El martes por la noche, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, convocó a sus pares del PRO a una cena, durante la cual se analizó lo sucedido en cada uno de los distritos y se habló de la estrategia a seguir. Los jefes comunales del PRO (que predominan en el conurbano) buscarán municipalizar al máximo sus campañas, como un modo de aislarse del escenario nacional y provincial.
En el entorno de los intendentes le restaron importancia al encuentro, al sostener que las reuniones se dan de manera periódica. Sin embargo, el cónclave convocado a días de la dura derrota, da cuenta de la preocupación que recorre las filas de los jefes comunales. También se conversó sobre el paquete de medidas económicas que Macri anunció ayer por la mañana.
En secciones del interior, como la cuarta y la segunda, en donde el oficialismo se vio sorprendentemente derrotado (aunque por márgenes exiguos) buscarán dar vuelta la elección, al menos como un modo de atenuar los números provinciales.
“No supimos interpretar a una parte de la sociedad. Le dimos obras a personas que no nos estaban pidiendo eso”, según una voz del radicalismo ante este diario, quien estuvo presente en la reunión que dirigentes del radicalismo mantuvieron a su vez, el martes por la noche.
