Un informe del Observatorio de Deuda Social de la UCA realizado para la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires demostró que entre el 2017 y el 2018, la inseguridad alimentaria severa (que significa haber experimentado situaciones de hambre) y la ayuda alimentaria gratuita tuvieron un fuerte incremento a nivel país, situación que se profundiza en el Gran Buenos Aires.
La inseguridad alimentaria total subió del 21,7% en 2017 al 29,3% el año pasado a nivel nacional, mientras que en el conurbano, escaló de 26,7% a 35,8%.
Lo que es más, la inseguridad alimentaria severa o hambre afectó al 11,3% de los niños, niñas y adolescentes, mientras que alcanza al 14,5% en el GBA. Es decir, que estos últimos se ven afectados por el riesgo alimentario en 3 puntos porcentuales más que sus pares a nivel del promedio nacional.
Por otra parte, la cobertura alimentaria gratuita es mayor en el GBA que a nivel país: el 39% de los niños, niñas y adolescentes que viven allí reciben algún tipo de ayuda alimentaria gratuita mientras que a nivel país el porcentaje es de 34,4%.
En el informe reconocieron que este flagelo se presenta independiente al grupo de edad y al sexo, y se concentra mayormente en los niños, niñas y adolescentes de niveles socio-económicos bajos, que viven en condiciones de pobreza o indigencia y en aquellos que residen en villas de emergencias o asentamientos sin trazado urbano.
Según informaron, los niños del GBA en situación de pobreza monetaria registran 4,8 veces más posibilidades de padecer inseguridad alimentaria severa frente a pares no pobres, brecha regresiva que se triplica en los indigentes, y alcanza las 2,5 veces en villas o asentamientos frente a quienes viven en espacios barriales formales.