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Trump quiere que la tasa de interés baje un punto

20 agosto de 2019

Donald Trump se volvió a ocupar ayer de Jay Powell al que le adjudicó una “horrorosa falta de visión” por las cuatro subas de tasas del año pasado y por bajarlas muy lentamente ahora. Y hasta hizo un pedido concreto: debería reducirse un punto porcentual desde su actual nivel entre 2%y 2,25%.

El mensaje presidencial llegó justo al comienzo de una semana en la que se realizará el tradicional encuentro anual de Jackson Hole en el estado de Wyoming que organiza el Banco de la Reserva Federal de Kansas y reúne a los presidentes de los principales bancos centrales del mundo.

https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1163472273388576768?s=20

Es un momento especial porque los bancos centrales tienen un gran protagonismo en los últimos meses y esa tendencia se mantendrá. La economía mundial se está desacelerando y ante esa situación se están recortando las tasas de interés. Ya lo hicieron varios bancos centrales durante 2019, entre ellos, los de Estados Unidos, India, Rusia, Corea del Sur, Brasil y México. El mercado descuenta que la Fed volverá a bajar la tasa en un cuarto de punto en su próxima reunión prevista para los días 17 y 18 de septiembre. Mañana se publicarán las actas de la última reunión que permitirán conocer las distintas visiones que coexisten dentro de la entidad.

También el mes que viene se espera que el Banco Central Europeo ponga en marcha una serie de estímulos monetarios teniendo en cuenta el bajo crecimiento de la economía de la zona euro que es de 1,1% anual. A su vez, ayer se informó que la inflación anual en julio se ubicó en 1% mientras que junio había sido de 1,3% y de 2,2%, un año atrás. La meta de inflación del BCE es “inferior pero cercana al 2%”, pero por ahora se sigue alejando de ese porcentaje.

Por supuesto que el margen de acción de los bancos centrales es acotado porque también hay otro factor relevante en el menor ritmo de actividad mundial que es el conflicto comercial irresuelto entre China y Estados Unidos con sus idas y vueltas. Pero Trump no comparte esa explicación e insiste en que la responsabilidad es de la Fed por demorar la baja de las tasas que son mucho más altas que en cualquier otra economía desarrollada.

En ese contexto, las colocaciones en dólares resultan más atractivas y por eso se sigue valorizando frente al resto de las monedas. Trump quiere un dólar más bajo para mejorar la competitividad del sector externo mientras que China amagó recientemente con devaluar el yuan para compensar de esa manera la suba de aranceles que estableció Estados Unidos. Por eso el temor a una guerra monedas con sucesivas devaluaciones competitivas también estará presente en las deliberaciones de Jackson Hole.

De todas maneras, y más allá de los deseos de Trump, la suba del dólar no se detiene y se ubica 11% por encima del valor más bajo que tuvo en 2018 contra una canasta de monedas. Y los analistas sostienen que esa fortaleza no es consecuencia de la diferencia en las tasas sino en el mejor desempeño que muestra la economía estadounidense con relación al resto de las desarrolladas.

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