Por Pablo Varela
Los resultados de las elecciones primarias, han dejado bien posicionado al Frente de Todos para octubre en distritos que siempre han sido esquivos al peronismo. Dos de los grandes centros urbanos de la provincia son Mar del Plata, y Bahía Blanca, en donde el oficialismo (Cambiemos) ha cosechado buenos resultados tanto en 2015, como 2017.
Ayer, el candidato a la presidencia por el peronismo, Alberto Fernández, recibió a la diputada Fernanda Raverta y al senador provincial Federico Susbielles, los candidatos del Frente de Todos en Mar del Plata, y Bahía Blanca respectivamente.
En la semana previa a las PASO, el presidente Mauricio Macri no en vano cerró su gira por el interior bonaerense en las ciudades mencionadas, juntos a María Eugenia Vidal. En Bahía, se mostró con el actual intendente Héctor Gay, para al día siguiente cerrar en la ciudad balnearia, con un acto formato 360º.
“La Feliz” es la ciudad cabecera del distrito de General Pueyrredón, que alberga cerca de 600 mil electores y mantiene predominancia sobre la quinta sección electoral. Por su parte, Bahía Blanca es el centro urbano cabecera de la sexta (la más grande geográficamente y la cuarta en volumen de electores), y tiene poco más de 250 mil votantes.
Mientras en que en Mar del Plata, la candidata es la diputada kirchnerista Fernanda Raverta, en Bahía, el encargado de encabezar la boleta local del FdT es Federico Susbielles, senador provincial y titular de la Confederación Nacional de Básquet.
En Mar del Plata, Raverta fue la candidata más votada en forma individual con el 27% (105.000 votos), aunque el frente Juntos por el Cambio obtuvo el 35% (132.000 votos) sumando lo obtenido por el ganador de la interna, Guillermo Montenegro del PRO, y Vilma Baragiola (UCR).
Tras el resultado de las PASO, en el oficialismo provincial se muestran cautos, y saben que la elección podría polarizarse en el último tramo de la campaña lo que dejaría el escenario abierto.
Tanto Montenegro como Raverta miran con atención el caudal de votos obtenido por el exintendente vecinalista Gustavo Pulti (17%), quien en pasadas elecciones insertó con su boleta completa en las listas del kirchnerismo. Esta vez Pulti no tuvo más opción que presentarse con boleta corta. Es por eso, que en el entorno de la diputada kirchnerista, apelan a captar parte de sus votantes, sobre todo en un escenario en el que los dos candidatos más votados de las PASO, queden despegados del resto.
En Bahía, el intendente del PRO, Héctor Gay, obtuvo el 39% (71.000 votos) contra Susbielles que logró el 37% (67.000 votos). La paridad, es inédita en la ciudad del sur bonaerense. Los números del domingo encendieron las alarmas en el oficialismo, y en particular el bahiense que podría perder una de las intendencias más importante de la provincia.
Según fuentes de Juntos por el Cambio, el local, Gay tuvo una campaña austera, “porque se estimaba una mejor elección nacional y provincial”. El jefe comunal no desplegó en las calles la artillería habitual de campaña: cartelería, afiches, folletería, medios, publicidad.
“Perdimos votos en barrios donde hubo mucha obra pública, que les cambio la vida a los vecinos pero la elección fue totalmente nacionalizada” razonó una fuente bahiense ante este diario. La apuesta, es a tener un mayor grado de corte de boleta, al que ya sucedió en 2015 y permitió el triunfo de la gobernadora. “En las generales, la gente separa más los niveles de la elección”, razonan.
Por su parte, Susbielles intentará capitalizar el nuevo clima político que impera en la provincia, de la mano de los problemas de la economía que impactan en los conglomerados urbanos.
